Esta mañana, viajando. Las serranías de esta parte de Honduras son realmente pintorescas, y rebosantes de fresco verdor - tal vez por las lluvias. ¿Cuántas veces ya ponderamos la aparente contradicción entre el nombre de Honduras y esta topografía hacia arriba, para quien no sabe que se trata de Honduras de Desesperación por parte de Colón?
Pueblo, más apropiadamente paraje, de La Entrada.
Conseguimos líquido de dirección - aquí, dicen de timón. La lata dice que también contiene sellador de pérdidas; veremos si nuestra pérdida se someterá.
Es increíble: en las dos casas de repuestos - entiéndase boliches con tres estantes, uno y medio de los estantes, vacío - y en las dos estaciones de servicio, que tuvimos que recorrer para encontrar el líquido, todo, todito, en inglés; no hay un envase que no sea en inglés. Cómo se las arregla la gente, con la imposibilidad de entender especificaciones, usos y modo de usar, es un misterio, pero se las arregla. Cómo un gobierno permite semejante colonialismo es otro misterio, pero lo permite.
» Con razón que, en las ruinas de Copán, no tienen serenos, o celadores, o guardianes, sino uachimanes - como en el Perú.
» Con razón que, el otro día, vimos un joven "moderno" (entiéndase lleno de suficiencia) con una camiseta rezando, en un inglés que probablemente - esperamos para él - él no entendía: "The place where hell is, Honduras". Algo como aquella camiseta hinchada por una joven Peruana - en el Perú - para mejor destacar su agravio, en inglés, a todas las Peruanas: "California girls best in the world". Increíble.
» Con razón que, en Radio Nacional de Honduras, los escuchamos hablar, en un programa de contestación a los oyentes, de un suich, y no una vez como desliz - lo que también sería imperdonable - sino repetidas veces, como si fuera la única palabra disponible para conmutador.
» Con razón que, en la misma Radio Nacional de Honduras, en otra oportunidad, en un programa infantil, los escuchamos hablar de birthday en vez de cumpleaños - un caso especialmente criticable, considerando la radical idiotez etimológica de la palabra inglesa y la perfecta propiedad etimológica de la palabra castellana; y para peor, en este caso, hay que considerar que la barbaridad xenófila y, en misma proporción, pátriacida se dirigía a niños, futuros representantes y defensores del glorioso honor de Honduras - una cosa es aprender un idioma extranjero, otra cosa, es arruinar la pureza de su propio idioma con antojos extranjerizantes.
» Con razón que escuchamos ofertas radiales de telas por yardas, en anchos de tantas pulgadas.