intercala en el fechario cristiano la barbaridad de un año 0 entre el 1 a.C. y el 1 d.C.; y también hay argumentación de que el 12 de agosto es el 10 de agosto; y ni falta un argumento en favor del 11 de agosto.
/ Y por otra parte más, también tropezamos con otras variantes, pero todas, dentro de la época general de las dos susodichas fechas principales.
Lo muy curioso es que la culpa de todo el enredo de la Cuenta Larga en su relación con la era cristiana la tiene otra manera maya de fijar fechas, la llamada Cuenta Corta.
Resulta que la Cuenta Larga era lo corriente en el Florecimiento Antiguo, pero ya no en el Florecimiento Nuevo por Injerto; que, en el Florecimiento por Injerto, los Mayas pasaron a simplificar su datos fecharios en una Cuenta Corta - a no confundir con la forma abreviada de la Cuenta Larga.
Durante el Florecimiento por Injerto, los Mayas pasaron a acortar sus anotaciones de fechas de varias maneras, a veces astutas y requiriendo bastante materia gris, pero, en esencia, haciendo lo que nosotros hacemos cuando decimos o escribimos, por ejemplo: "el 26" - pero ¿de qué mes? - mes evidente para nosotros pero imposible de establecer para un arqueólogo del futuro; o "en 54" - pero ¿de qué siglo? - siglo evidente para nosotros pero imposible de establecer para un arqueólogo del futuro. Los Mayas dejaron de especificar los bactunes, a veces incluso los catunes, por ejemplo reduciendo un clarísimo para todo el mundo, por los siglos de los siglos, 9.17.0.0.0. en un "Catún 17, 13 Ajau 18 Cumju", o aun en un "Catún, 13 Ajau"; para ellos, conociendo sus circunstancias del momento, suficiente, y que las generaciones futuras - especialmente arqueólogos invasores - se embromen.
Dicho de otra manera, si los Mayas se hubiesen ceñido a su forma original de la Cuenta Larga también durante el Florecimiento por Injerto, hasta poco antes de la llegada de los Españoles, Diego de Landa, al mismo tiempo que quemaba la cultura maya, hubiese logrado incluir en sus conocidas anotaciones referentes a la misma cultura maya la correlación directa de la Era Maya con la Era Cristiana, al día exacto, y sin el fantasma de dudas que hoy ronda el asunto.
Así como están las cosas, la única cosa segura es que los Mayas tenían una era de 13 bactunes, o sea de 1.872.000 días, o sea, como referencia a algo que nos fuera más fácil de concebir, una era de 5.125,25 años de los nuestros; una era, curiosamente, no, como parecería normal, con punto inicial especificado, y final abierto en el desconocido futuro, sino una era con final también exactamente especificado de antemano.
Todo lo demás es solamente distinguida probabilidad. Sujeto a lo ya comentado, es probable que el inicio de la era maya corresponde con el año 3114 a.C.; es posible que el primer día de la era maya fue alrededor del 10 u 11 ó 12 de >>>>>>>>