Este fue un ejemplo de la famosa así-llamada Cuenta Larga maya, o sea el modo de identificar una fecha anclándola infaliblemente en el punto 0, de 4 Ajau 8 Cumju, de la era maya. Si una fecha no arranca de este punto 0, no es de Cuenta Larga. Fechas en Cuenta Larga tienen sus variantes.
♦) Muy frecuentemente son más sucintas. Se contentan con tunes enteros y cumplidos, y no entran en los detalles de uinales y quines, o acaso no los hay empezados; como ser 8.14.10.0.0.; 9.2.13.0.0. No confundir esta brevedad con Cuenta Corta. Mientras hay bactunes, mientras se arranca del 0 maya, es Cuenta Larga.
♦) A veces, ofrecen más detalles; como ser dónde el día así individualizado en la escala larga desde el 0 maya, se ubica dentro del ciclo más limitado del cindu en curso, o sea en su carácter de día coincidental del tzolquin y del jaab; como ser 9 Ajau 18 Xul, o sea fecha 9 Ajau del tzolquin y 18 Xul del jaab.
♦) A veces, los datos adicionales de la fecha son realmente sorprendentes; como ser la duración de la lunación en curso, el momento dentro de tal lunación, relación de la fecha con alguna otra fecha pertinente, cuál de los Nueve Señores de la Noche imperaba sobre sus cuarenta días del tun en curso en la oportunidad, y más.
Así que la Cuenta Larga, con o sin firuletes, es muy adaptable y fiable, dentro de la Era Maya - pero, para congoja de los investigadores, si bien razonablemente, no irrebatiblemente, correlacionable con el marco de referencia de la Era Cristiana.
Y hay que reconocer que es enojoso, haber despejado tantas incógnitas desde el primer vistazo al mundo desconocido de los glifos mayas; haber llegado, por el esfuerzo encadenado de tantos investigadores sobre varias generaciones, tan cerca de la meta de relacionar las fechas mayas con las fechas cristianas; quizás incluso haberlo logrado a la perfección ... pero no poder demostrarlo a prueba de querellar. Así, si bien, como ya dicho, se llegó a considerar el día 0 de la Era Maya como equivalente del 12 de agosto de 3114 a.C.,
/ por una parte, esta fecha tuvo - y todavía tiene - una, también muy fuerte, competidora, el 15 de octubre de 3375 a.C.; todavía tiene porque, si bien 3114 a.C. tiene una acumulación de probabilidades favorables, no hay demostración irrebatible de que la competidora 3375 a.C. sea errónea;
/ por otra parte, ni la propia fecha 12 de agosto de 3114 a.C. está libre de divergencias; a veces, se ve 3113 a.C. según que el erudito intercala o no >>>>>>>>