Mientras tanto, llenándonos de bananas - crudas, cocidas - y bajándolas con agua de coco. Nos vamos a quedar aquí hasta mañana.
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Esta mañana, hacia Copán pues - o sea, primero, desafortunadamente, hacia la frontera Guatemala-Honduras y sus inevitables incógnitas.
Ah, pero ¿qué es eso? A ciertamente menos de un kilómetro de las ruinas, encaminándonos por la plantación de bananos hacia la ruta principal, se ve, en la distancia, el camino cortado por un denso desfile de fantasmas blancos, cruzándolo en levitación sin siquiera tocar el suelo. Parecen largas bolsas blancas invertidas, parcialmente ondulando en la brisa.
Tren de bananas
De más cerca, son voluminosas bolsas plásticas; efectivamente invertidas, en procesión; y voluminosas tienen que ser porque cada una hace de pelerina - a un gran racimo de bananas; siendo todas las bolsas, y sus racimos, llevadas en apretados convoyes de ganchos, individualmente colgados de un monorriel teleférico.
Hay que darles prioridad de paso a las bananas; porque así lo manda un cartel, o simplemente porque no se puede discutir con bananas. Cuando llegue el momento, tendremos que cruzar entre dos convoyes en marcha. Este es el teleférico maestro en el cual confluyen, justamente antes de cruzar la ruta para que haya un solo cruce, por medio de agujas como en rieles de ferrocarril, todas las ramificaciones de la red de monorrieles teleféricos estirados por la plantación, llevando los centenares y miles de racimos, en fila, a la planta de empaque para el mercado.
Pues bien. Nosotros también vamos a ir a la planta empaquetadora, a ver si la podemos visitar.
Gracias a la inmediata gentileza de su encargado, planta visitada.
Una vez quitada la bolsa fantasmal, ocurre lo siguiente, empezando con cada racimo todavía colgado.
)) Se quita pacientemente, por simple contacto digital, las desprolijas vedijas marchitas de la punta de cada banana (cosmética es uno de los principales imperativos).
)) Se recorta y remueve del tallo sus numerosas manos - o sea agrupaciones naturales de 15 a 30 bananas cada una, según como llegaron a crecer; operación rápida y (probablemente deceptivamente) fácil, gracias a una cuchilla semicircular.
)) Son notables el largo y el grosor del tallo; y las decenas de decenas de bananas, agrupadas en manos, que cada tallo lleva. Comer una banana es una >>>>>>>>