en rollizos a hachazos, transversalmente, y ruedan los rollizos penosamente, fuera de vista. Todo en silencio, salvo los sordos hachazos. Cinco hombres están en eso permanentemente desde que llegamos, y todavía falta.
Nos podemos imaginar muy bien el mismo despedazamiento hecho a tajadas por una sierra motorizada, los trozos, ya sea cargados por grampa hidráulica sobre un camión, de diez ruedas por la cantidad de leña, o posiblemente hechos trizas y luego cargados por una pala hidráulica, todo ello por sólo dos hombres, y en un día o menos, todo ello en un ruido infernal.
Y aquí, estos sinvergüenzas egoístas, con su empeño y hachas, les quitan, en países extranjeros, el trabajo a sus obreros - de las minas de hierro, de los hornos de acero, de la fábrica de sierras mecánicas, de grampas hidráulicas; y a sus ingenieros de las varias fábricas; y a sus transportistas por tierra y por mar que acarrean las materias primas y los productos terminados; y a su compañías de seguro que aseguran todas estas operaciones; y les quitan, esos egoístas sinvergüenzas acá, ganancias a todos los empresarios de las susodichas actividades; al mismo tiempo que, por colmo, evitan contaminación ambiental, dan dignidad a cinco obreros por darles una función en su sociedad, y le ahorran divisas a su propio país - esos egoístas sinvergüenzas.
¿Cómo hay que mirar este dilema?
Calor, humedad, plaga de moscones de bananas. Es que el sitio arqueológico de Quiriguá es sólo una isla en una plantación de bananos.
Se está por desatar la tormenta que estuvo acumulándose y tronando y amenazando desde varias horas.
Otra noche aquí mismo. Con la suerte de haber podido meter el vehículo debajo de un tinglado de palmas contra lo que está por largarse. Gracias.
Gracias
. .
*
▪
Llovió toda la noche; y podemos atestiguar que esos techados rústicos de palma realmente no tienen goteras. Confirmación de lo que observamos en Paya.
Esta mañana, sigue lloviendo. Vamos a esperar bajo nuestro techado de palma. Nuestra próxima meta, ahora - después de esta completa gira de lo maya, con su punto final aquí en Quiriguá, hermana de Copán - no puede ser otra cosa sino Copán, para comparar impresiones, a muchos años, y un sinfín de experiencias y enriquecimientos, de intervalo.