los Mayas a la astronomía y a la medición del tiempo como entidad infinita, a períodos astronómicos o abstractamente filosóficos.

Vamos a pernoctar aquí mismo.

Volviendo a la galería de rasgos surasiáticos, se ofrece el mismo experimento que con la Acrópolis Norte de Tical: colocar en una mesa, frente a una buena alma que no tenga nociones ni luces en estas cosas, una enciclopedia de iconografía, en especial religiosa, de Europa, una enciclopedia de iconografía, en especial religiosa, de Asia meridional, un juego de fotografías de estas cabezas quirigüenses, y pedirle que coloque las fotografías, según le parezca el parentesco, cerca de la enciclopedia europea o cerca de la enciclopedia asiática. No puede haber mucha duda a dónde iría a parar la mayoría de las fotografías.

Estela E

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Hoy, otra vuelta por el sitio, a tratar de robar, por entre los maderos, y en penumbra, o en luz partida, debajo de los techados, vistas esperanzadamente mejores que ayer.

Cuatro observaciones adicionales.

-  Una. Quiriguá, en contraste con muchos otros sitios mayas, parece haber evitado ostentación; no se encaramó en lo alto de una loma, no levantó túmulos, etc., hacia los cielos; la pequeña terraza sobre-elevada, en una punta de la plaza, es humilde, razonable, apenas lo indispensable para un mínimo de decoro administrativo; Quiriguá parece haberse dedicado a propósitos más substanciales.

-  Dos. Por lo que podemos acordarnos, las esculturas de Copán, si bien primas de estas esculturas, son, a veces, más evolucionadas, más despegadas de la forma original de la piedra, más en relieve, a punto de formar, por lo menos en un caso, un encaje pétreo a través del cual se puede pasar un palo, lo que aquí, en Quiriguá, no se da.

- Tres. ¿Mencionamos, en Tical, que sus estelas sufren del mismo despedazamiento visual que éstas en Quiriguá, por la misma razón de los armatostes de los techitos; y que, en Tical, por la mera presencia de tantos techitos, la Plaza Mayor más parece una feria semanal que un sitio arqueológico?

-  Cuatro. Dos árboles tumbados de cuajo por la última tormenta presentan un problema filosófico.

Son árboles gruesos, muy gruesos, largos, muy largos, dos gigantes. Los están despedazando en trozos manejables para despejar el terreno.   Cortan los troncos >>>>>>>>