Nos preguntamos cómo podría ser que espías viajasen haciéndose, por su vehículo, el blanco de todas las miradas a cinco leguas a la redonda.
Villorrio fronterizo guatemalteco de Melchor de Mencos. Calles, hirsutas de piedras; basurales, compartidos por chanchos, caballos y niños; soldados. En Benque Viejo, los Beliceños también tienen sus basurales chanchudos, pero más técnicos: grandes cubículos, de bloques de hormigón, en varias partes del pueblo, aun cuando nadie los limpia y, por lo tanto, llenos a rebalsar, cubiertos, cercados, de basura pudriéndose; se nos ocurre, templos al dios Basura.
Hacia nuestra próxima meta, que no sabemos si va a ser famoso Tikal o, en camino, otro sitio arqueológico, o quizás otros sitios arqueológicos en cadena en un mismo desvío, Topoxté, que también se conoce por Topoxte; Yaxjá, que también se conoce por Yaxhá; y más allá, Nakún. Todo depende de la transitabilidad de la trocha de acceso, si la hay.
Mientras tanto, este camino, del tipo 30 kilómetros por hora o menos, en segunda; como en otros tiempos y lugares idos, no hay derecha o izquierda - se pasa por dónde se puede; a veces, sí se va derecho, porque simplemente no hay por dónde evitar los hoyos. Por lo menos, debe de quedar firme cuando llueve.
Ahá. Aquí está el destacamento militar supuestamente fuente de las dificultades de los Checos. Absolutamente ridículo; media docena de pequeños galponcitos visibles mayormente por sus techos de palma por encima de los matorrales. Nada que valga la pena mirar; y menos levantar un dedo para fotografiar; y menos armar una expedición con intenciones obviamente de conspicuidad, para espiar.
Problema. Acabamos de entrar en una zona empapada, se ve que por una lluvia que apenas habrá terminado; y obviamente nos equivocamos: el camino no queda firme cuando llueve. El terreno cede en huellas.
La cosa se volvió hormigón líquido, mezcla de engrudo blanco y piedras. ¿Cómo será el desvío a Topoxté?
Alcanzamos el empalme. No es que haya indicación vial; lo sabemos porque estuvimos preguntando a cada oportunidad. Está por anochecer; aquí nos quedaremos. Quizás hasta mañana se secará un poco la tierra. El problema es dónde asentarnos. Fuera del empedrado chirlo, realmente como hormigón por colar, parece suicida: una masilla blanca resbaladiza sin piedad. Y el desvío es pura tierra sin piedras.
Vamos a arriesgar dos ruedas en la masilla y guardar dos ruedas en el hormigón chirlo.
Hay una plaga de insectos en muda por nubes; no sabemos qué son; son del tamaño de una hormiga grande; empiezan con alas negras comparativamente >>>>>>>>