Y lo que se ve es bien diferente de cuanto vimos hasta ahora.

Claro que se ve poliplataformas para templos - otra vez, como en muchos de los demás sitios hasta ahora, a pesar del término "templos", no más que oratorios del tipo cueva angular con una sola apertura - y se ve tales "templos" encima; pero no son realmente ni poliplataformas ni "templos".

Las poliplataformas tienen un área de base tan diminuta y una altura tan alta, que no son ni poliplataformas, ni zigurates, ni ninguna de las nociones previamente utilizadas; que, más propiamente, son casi-torres; con paredes, de base a cima, fuera de vertical sólo lo mínimo necesario por una sucesión de recesos que son sólo mini-recesos, homólogos, sin duda, pero cuán diferentes, de las plataformas encimadas ampliamente escalonadas.

Xpujil

Y los templos/oratorios, ahí encima, son no más que una teatralización de sí mismos, las puntas de las casi-torres formadas y adornadas por fuera para aparentar templos posados en las torres.

Los verdaderos "templos", o por lo menos recintos funcionales, están alrededor de las bases de las tres casi-torres. Entre estos recintos, los tres principales tienen un piso bien raro, de tres niveles en aumento, desde la entrada hacia el fondo.

Las casi-torres tienen, por dentro, angostos pasadizos en escaleras para subir a orificios de observación en las partes altas - claro que no a los templos/oratorios, ya que no existen.

Es el estilo Río Bec.

xcb Nos corrimos hasta Chicaná. Pero ya no da el tiempo, hoy. Aquí, será otra noche de soledad y silencio. (Siguiendo la soledad y el silencio, también en las ruinas de Xpujil - qué lujo señorial, después de Tulum).

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Esta mañana, visitado Chicaná.  Otra ruina-pañuelo.

Se podría llamar Xpuchob; porque, de un lado de su infaltable plaza central, hay una ruina de casi-torres idéntica a la de Xpujil, salvo que menor y en peor estado de derrumbe - sólo dos torres y ningún falso templete sobreviviente - y del otro lado de la plaza central, hay una ruina idéntica a la de Hochob, con su fachada decorada en mosaico de piedras alrededor de la puerta, en la estilización de una cara de monstruo con boca abierta.

Todavía se ve, en el resguardo de lo más hondo de muchos repliegues, lastimosos restos de revoque pintado; mayormente rojo apagado, también >>>>>>>>