Resulta, según nos contó el descubridor y vitalicio celador, que él tenía una milpa con maíz en pie; que los chanchos silvestres le robaban el maíz; que, cansado de tantas fechorías, les disparó, e hirió uno; que lo siguió; lo que lo llevó al otro lado de un cerrito de la zona por donde nunca había ido antes; que, al ver el tal cerrito del lado nunca visto, descubrió que el cerrito estaba pelado de selva, todo piedra, y piedra organizada, una "pirámide" ya excavada; excavada y, se comprobó luego, saqueada, por ladrones; había, incluso, un sitio aplanado que debió de haber sido para un helicóptero.
Así que, como tantas veces ocurre, los ladrones, libres de trabas administrativas y financieras, hicieron gala de iniciativa y recursos, y recién luego los arqueólogos se despertaron, a seguir los chanchitos silvestres, los lugareños y los ladrones.
Entre otras cosas, los ladrones ya habían saqueado una tumba dentro de la "pirámide" - entiéndase poliplataforma. Los mascarones gigantes se salvaron probablemente por la dificultad de manipularlos sin romperlos.
Aquí mismo, entre magníficas palmeras, en totales silencio y soledad, vamos a pernoctar.
Por una parte, esas palmeras no tienen tronco; las palmas, larguísimas, diez metros tal vez, salen de un núcleo común a ras de tierra. Las tremendas longitud y envergadura general de las palmas les dan un balanceo de una lentitud majestuosa que las palmeras de tronco alto y palmas más reducidas no conocen.
Por otra parte, felicidad de felicidades, el silencio y la soledad no son totales solamente ahora; fueron totales, y los disfrutamos, a cada paso, a cada mirada, de nuestra visita, salvo el bienvenido oasis de la conversación con el descubridor-celador. Esos mascarones se estremecerían si supieran lo atractivo que son como tema de vandalismo.
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Esta mañana, otro vistazo a Kohunlich.
Y hacia nuestra próxima meta, o mejor dicho, conglomerado de tres metas, Xpujil, Chicaná, Becán, a pocos kilómetros entre sí; si es que las dos últimas son accesibles; en la parte trasera del ya visitado vecino estado de Campeche - el de la Serpiente con Garrapata.
xcb Xpujil (Shpujil). Sitio arqueológico en la palma de una mano. Uno, apenas se mueve, treinta pasos por aquí, treinta pasos por allá, y todo lo ve. En realidad, aun sin moverse un solo paso, se ve la substancia.