También es de maravillarse de que, con tanta actividad constructora, nunca se les haya ocurrido a los Mayas el ingenio del arco verdadero con piedra clave; y es de preguntarse qué hubiesen logrado de habérseles ocurrido.

Por otra parte, el ya mencionado único edificio bien diferente en forma y altura de Uxmal tiene algunos detalles que ciertamente se merecen mención. Y mencionarlos es todo lo siguiente.

 
    El Adivino
                               
                                   Desde El Adivino

U Es, en primer término, maravillarse con incredulidad cómo los genios que llaman "pirámide" plataformas, poliplataformas, zigurates, lo que venga, ahora llaman pirámide también este cono, levemente ovalado, truncado horizontalmente de manera a brindar una explanada templar en lo alto, cuando hay una palabra para significar tal forma, y que es frustum, o frusto, o frustún.

U  Es referirse, pues, no a la Pirámide del Adivino, según es la denominación docta, sino al Frusto o Frustún del Adivino.

U  Es recordar su elegancia intrínseca, y el contraste que brinda con las masas horizontales y alargadas de los demás edificios.

U Es apreciar que fue edificado por etapas, cada vez con otro templo; de manera que no meramente ostenta el templo, ahora en su cumbre, sino que también esconde o expone varios templos anteriores, dentro de su base, y a parte de su altura.

U   Es notar que el vano de entrada al templo del Adivino está también rodeado, como ya vimos en otra parte, por rasgos que forman, con el vano, una monstruosa boca, se supone que divina.

U Es acordarse demasiado vívidamente de la expedición que es acometer su escalada, y peor su bajada, por la escalinata más empinada, larga, vertiginosa, peligrosa, que vimos hasta ahora - a punto de que los Mayas le agregaron una cadena de hierro para ser utilizada a manera de soga de montañismo. (¿Que los Mayas no conocían el hierro y menos cadenas de hierro? Nunca dijimos que fueron los Mayas antiguos que la pusieron, fueron los Mayas de hoy.)

U  Es rejuvenecerse con la legenda del Adivino: una bruja quiso tener un hijo; lo consiguió de un huevo de tortuga; le salió enano pero muy mago; un día, se armó un triple reto entre el rey y el enano; el rey desafió al enano a construir un basamento de templo en un día, pero así lo hizo el enano en una noche - es el basamento cónico-ovalado de hoy; el rey desafió al enano de adivinar cuántas hojas llevaba un cierto árbol; el enano dijo una cifra que resultó exacta; finalmente, el rey y el enano acordaron hacerse romper en la cabeza un cocoyol de cáscara muy dura; el cráneo del enano aguantó, el cráneo del rey se partió, y el enano se volvió rey - con su templo del Adivino encima de su cono.

Para terminar con Uxmal, algunas notas varias.