Fue interesante ver el proceso de fabricación. Vimos
• cómo adaptan el molde básico, de fibra de vidrio, a las especificaciones > deseadas - incluyendo los orificios donde luego se calzará las canillas y el >>desagüe;
• cómo preparan la pasta, mezclando el polvo de mármol, las resinas, y el >>color que se le quiere dar;
• cómo mojan el molde con un producto que impide que se le pegue la pasta;
• cómo colocan la pasta en el molde;
• cómo pasan el molde con su pasta por unos vibradores para eliminar cualquier >>burbuja de aire en la pasta;
• cómo dejan secar la pasta moldeada antes de sacar el artefacto del molde;
• cómo cada artefacto pasa por las manos de pulidores quienes eliminan las >>líneas de rugosidades dejadas por las juntas del molde.
Dos aspectos humanos igualmente captaron nuestro interés.
Después de esta fábrica, tenemos la misma reacción que tuvimos después de la fábrica de los barquitos; a saber que la gente que compra y utiliza estos artefactos no tiene la menor idea del esfuerzo involucrado en la producción, y seguramente apreciaría mucho más su posesión de dichos productos si supiese cómo están hechos; o sea que el público consumidor tendría una vida mucho más rica, respetuosa y apreciativa si supiera cómo está hecha cada cosa que utiliza, en vez de vivir, como vive, en un mundo fabril del cual nada conoce y, por ende, nada aprecia, aunque utilice los resultados.
Otra reacción, al salir de esta fábrica, como también podría haber sido al salir de la fábrica anterior - de los barquitos - es que tales fábricas deben de ser, para la gente que trabaja en ellas, lo que se llama el infierno en la Tierra. Es una verdadera esclavitud estar expuesto a tanto polvo, tantas emanaciones químicas, tanto ruido, a pesar de máscaras, anteojos, y las medidas que toma la gerencia para aliviar el problema.
Nuestra próxima parada, si es que la encontramos, va a ser algo que, por lo menos en las palabras de sus exégetas (¿o panegiristas?), es el Stonehenge de América; más conocido (muy apropiadamente para nosotros por ahora) como Mystery Hill (Loma del Misterio). Vamos a ver qué es en realidad.
Mystery Hill. Visitado. ¿Qué dicen nuestros ojos - qué dicen los exégetas (¿panegiristas?) - qué otras ponencias hay?
►- Dicen nuestros ojos.
Mystery Hill es una confusión de piedras.
Algunas piedras todavía definen formas y posiciones. Vimos varias cámaras, casi subterráneas o semi subterráneas, desde bastante grandes como para poder entrar, hasta tan pequeñas que más bien son nichos sólo para guardar algo; >>>>>>>>