menos siete u ocho al mismo tiempo, entrecruzándose; algunas, esfumándose, algunas, formándose, todo lo cual delata un intenso tráfico aéreo encima de esta región aparentemente bucólica.
Por otra parte, también vimos, varias veces ya esta mañana, un cartel totalmente extraordinario en este país, con la advertencia: impasable en tiempo de creciente.
Otro caso totalmente asombroso en este país, literalmente aberrante: unos vacunos pastando a lo largo del camino.
En resumen, una zona, quizás no de gran poderío agropecuario a escala industrial pero sí, variada, agradable, a escala humana, y como si fuera transplantada de otras partes.
Hablando de poderío, o mejor dicho de falta de poderío, económico, se ve una crecida cantidad de cobertizos, galpones y otros edificios, abandonados, destartalados, desplomados en el suelo.
Vamos ahora a lo largo del río Mízuri. ¿Cómo lo sabemos? Pues, porque está en el mapa. En el terreno, lo divisamos una sola vez, y muy poco no más; cuando nos pareció ser un río muy común y no el famoso Mízuri parte del famoso sistema fluvial Mísisipi-Mízuri. Desde entonces, los únicos indicios de su existencia que tenemos son evidencias circunstanciales como ser un camino chato y recto en una llanura aluvial, y todo un sistema de terraplenes de retención como protección contra las inundaciones.
Lo más convincente que conocemos hasta ahora del río Missouri es el significado del nombre en idioma paraborigen, Gente de las Canoas Largas. A canoas largas, río grande debe de ser.
Por otra parte, también seguimos las huellas de los exploradores, locales, si se quiere, pero famosos en este país, Lewis y Clark, quienes fueron los primeros en alcanzar por tierra la costa pacífica a la latitud de Vespuccia; fue bajo la presión de las exploraciones de Mackenzie en Canadá, también hacia el Pacífico.
En cuanto al tiempo, se fueron la nieve, el hielo, los fríos; tuvimos que sacarnos los pulóveres; afuera del coche, parece primavera, adentro, puro verano.
Pasamos el pueblo de Jefferson. Nos separamos del río Mízuri, o mejor, de su valle; el río seguirá por su camino, nosotros, por el nuestro, y nos juntaremos otra vez en las ciudades de Kansas. Estamos, ahora, en una zona ligeramente ondulada y agraria.
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