ooo También, hay en la zona, excavados, pero fuera de vista, objetos menudos, de jade y otros materiales, escondidos por los propios lugareños, por miedo, según nos explicó el celador, a que se los lleven los museos o los ladrones. Los lugareños quieren que, por lo menos estas reliquias, después de cuanto ya les fue robado y llevado, se queden en el terruño original.
Pernoctaremos aquí mismo, en un terreno baldío entre dos terrenos habitados, y nadie nos echará la policía encima como si tuviéramos rabia o como si estuviésemos por llevarnos el terreno.
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No, nadie nos echó la policía encima. Esta madrugada, una vecina no pudo vencer su curiosidad y vino a charlar de modo amable en buena vecindad.
Y ahora, hacia nuestra próxima meta, La Venta.
Viajando por una zona insistentemente cañera; a veces, bastante serrana; siempre verdeante.
En la zona arqueológica de Tres Zapotes, también se cultiva caña, achatando más y más las que eran ruinas de tierra, y destruyendo más y más piezas menores sobreviviendo en la gleba - menores en tamaño, lo que no siempre significa en importancia.
En el renglón climático, últimamente, el calor nocturno mínimo no baja de los 28 grados, y el calor diurno anda en los 37 grados; y la humedad, cuando baja de los 90/oo, es sólo para subir con más saña a 100/oo.
En el renglón de empresas comerciales - o será de producciones teatrales, o será de engaños limosneros - estamos en una zona de alta iniciativa. Ya numerosas veces, en estos últimos días, vimos el siguiente cuadro: tres chamacos haraganean a orilla del camino frente a un trecho comido de pozos; sólo al aparecer un vehículo, pegan un salto - que es lo único que hacen rápido - y mientras uno agarra un baldecito y una pala, y echa pausadamente un poco de tierra en uno de los pozos, los otros dos cortan el paso por la carretera con una soga provista de un trapo rojo para detener el vehículo y pedir una "contribución" por el arreglo vial. La manera más eficaz de tratar la situación es seguir adelante a velocidad sin vacilaciones, a embestir la soga: la soga siempre cae al suelo en el último microsegundo antes del impacto.
Nos hace pensar en un caso similar pero infinitamente más criticable, y que, felizmente, vimos hasta ahora una sola vez, por lo que, hasta ahora, no lo mencionamos, sino, ahora, incidentalmente: el caso de un grupo de policías, con toda la autoridad de sus uniformes y de su patrullero, parando imperativamente todo el tráfico en una carretera abierta, o sea de bastante >>>>>>>>