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Viajando. O sea, primero, tenemos que desandar el largo desvío desde El Zapotal, de vuelta a la carretera principal, pasando por el pueblo de El Zapote; desvío tanto más largo para la paciencia y los muelles y la transmisión - segunda, primera, segunda, primera, sólo a veces tercera - por el estado del camino frecuentemente pésimo.

Y ahora, desde el andar más tranquilo de la carretera principal, vista tras vista del hermoso color del golfo de México.

Camino a nuestra próxima meta, el tercer, aun menor, nivel de profundidad de antigüedad, una de las más antiguas civilizaciones, de las que llamamos monumentalistas o arquitectonistas, precolonenses, con fecha incierta - pero >>>>>>>>                         posterior a los 5000 a.C. del nivel crucial de Coxcatlán y terminando c.C. o sea circa Cristo, la civilización olmeca.

A decir verdad, ya debemos de estar en el ex-territorio de los ex-Olmecas.

Trataremos de visitar sus tres centros principales, Tres Zapotes, San Lorenzo y La Venta.

Ahá.  Pueblo de Santiago Tuxtla - desvío a Tres Zapotes.

Hay, aquí, un museo relacionado con Tres Zapotes.  A ver.

No. Antes, vamos a repasar - y así integrar activamente en lo que podamos ver y aprender de aquí en más, en estas tierras centrales de Olmequia - lo anotado en cuanto a lo olmeca que vimos en el museo de Xalapa.

Por lo expuesto en Xalapa, parecería, que los Olmecas se especializaban en esculturas pétreas, o que ese museo se especializa en ellas; entre tales esculturas, las famosas cabezas humanas sueltas - famosas, por colosales, y famosas, por negroides en América.

Son colosales por su tamaño, como ilustran los siguientes ejemplos. Una, mide, de altura, 1,78 metro, y pesa 6 toneladas; otra, mide lo propio, y pesa 4,5 toneladas; otra, mide nada menos que 2,70 metros, y pesa nada menos que 18 toneladas.

Y son colosales por su factura impecable y su expresión artística poderosa. Todas responden a un mismo patrón armónico dentro de un círculo o, mejor, dentro de una esfera.