español english français česky

Ya varias veces los vimos navegando pausadamente a lo largo de las carreteras; dan una impresión muy buena, por la prolijidad de las unidades y de la tripulación, dos hombres por vehículo. Un tipo de autoclub al cual nadie paga cuotas pero al auxilio gratuito del cual todos los turistas y, por extensión, cualquier particular, tienen derecho. Mañana, haremos lo necesario para verlos pasar, a ver qué dicen y, posiblemente, si hace falta una pieza, si la podrían traer de Matamoros.

Mientras tanto, seguimos pensando en el futuro: ¿es esta mala, mala, racha una advertencia? Y pensamos en el pasado: estamos tomando consciencia, con ciertas aprensión y admiración retroactivas, de los riesgos que tomamos en una infinidad de lugares.

. .
*

Hoy, pasaron los Angeles Verdes. Y fueron ángeles para nosotros. Corteses y eficientes. De inmediato, supieron qué conexión entre el pedal y el embrague estaba rota. Y de inmediato, supieron cómo desarmarla sin tanteos. Felizmente, no era una pieza rota sino una soldadura de fábrica, entre un tubo y una palanca, despegada, por lo que, por lógica, era suficiente resoldar la soldadura despegada. Y en un santiamén encontraron, hoy domingo, dónde mandar hacer la soldadura.  Y estamos otra vez literalmente auto-móviles.

Para probar sus conocimientos, les preguntamos si sabrían desarmar los ejes traseros; nos describieron la operación en detalle y sin titubeos; si todos los Angeles Verdes son como estos dos Angeles Verdes, son un honor para México.

Vamos a pernoctar donde teníamos que haber pernoctado anoche, a un par de kilómetros de la gasolinera, en el descampado donde dormimos, camino a Matamoros.

Queda la vacilación: ¿episodio o advertencia?

. .
*

Hoy, pasamos todo el día en nuestro descampado a confortable distancia del infierno de los escapes abiertos de los camiones en la carretera, con tareas varias, incluyendo la puesta en condiciones de la inscripción a ambos lados de nuestro vehículo - ello, no una preocupación detallista, nos estamos dando cuenta, a posteriori, de alguien con ideas de abandonar una empresa.

Y mañana, será, por fin, hacia el punto de reanudación de nuestro trayecto, después de este muy complejo y cuerdo desvío.