encontrando un rasgo cualquiera, como ser muro, talud, escalera, plataforma, y siguiéndolo con una excavación paralela hasta encontrar sus puntos de conexión con otros muros, taludes, escaleras, plataformas, etc., y ramificando entonces el pasadizo en muchos pasadizos, paralelos a los nuevos rasgos hasta cruzar con otros muros, taludes, escaleras, plataformas, etc. debajo de tierra, siguiendo a su vez éstos con excavaciones paralelas, o sea, por así decir, construyendo una maqueta por debajo de tierra de pasadizos según las formas de los edificios en los varios niveles, como si fuese una maqueta de alambre al aire libre.
De todos modos, si se despejara la tierra de la colina envolvente, quedaría, otra vez, algún tipo de plataforma múltiple o de estructuras encimadas - pero no una pirámide.
Otro aspecto interesante de esta loma, de su contenido, y de sus satélites, es su compleja filiación. No es el resultado de la evolución de una cultura, aunque hubiese sido con ocasionales influencias externas; es una aglutinación cronológica de culturas, de principio a fin - todas las siguientes fechas sólo cautelosamente indicativas, se entiende.
→ De 600 a.C. a 200 a.C., o sea centrado en la segunda mitad de la época arqueológica mesoamericana preclásica [2000 a.C.-200 d.C.], hubo una aldea familiar con tradición olmeca.
→ Alrededor de c.C., o sea en el ocaso del preclásico, hubo comienzo de urbanización bajo influencia de Teotihuacan.
→ De 200 a 800, o sea dentro de la época clásica [200-900 d.C.], hubo una ciudad-estado, con arquitectura - que incluye el amontonamiento interno de la loma - derivada de no menos de cuatro fuentes: Teotihuacan, los Mayas, Monte Albán y El Tajín, y con cerámica completamente sujeta a normas de Teotihuacan.
→ Y posteriormente hubo agregados toltecas, mixtecas y mexicas.
En total, ocho ingredientes en esta acrecencia.
No sorprendentemente, pues, en este sitio sinónimo de Quetzalcóatl, no siempre se veneró Quetzalcóatl sino también Tláloc, el muy conocido dios de la Lluvia, y otros dioses.
Volviendo al concepto de pirámide, es realmente increíble que, no por simple, honesta, inocente, ignorancia de las masas, sino paradójicamente por la influencia de todos los genios que tienen la obligación de guiar las masas - influencia que, en vez de saludable, es tanto más nefasta, perniciosa, nociva, que nadie lo sospechería de tan augustos cerebros - es realmente increíble que las masas estén convencidas, y que nosotros también, hasta hace poco, hayamos estado convencidos, de que hay pirámides precolonenses donde no las hay, y de que no hay ruedas precolonenses donde sí las hay.