Bueno, se puede decir que hay una síntesis no de dos sino de tres culturas; también hay una batería de altoparlantes - roncogritantes es más apropiado - embruteciendo la ciudadanía, obsequio de la propia municipalidad guardiana de la salud, la tranquilidad y el bienestar públicos.
Cambio de planes. Considerando que se hizo más tarde de lo que preveíamos para seguir hacia Veracruz; considerando que el viaje tendrá que llevar todo un día, con la circunstancia favorable de pernoctar en las inmediaciones antes de Veracruz si salimos a tiempo, lo que no sería el caso ahora; considerando que tenemos quehaceres varios esperando; considerando que El Tajín está a sólo 14 kilómetros y tiene noches silenciosas; por lo tanto, decidimos regresar a El Tajín, poner el papelerío al día, y salir para Veracruz mañana temprano.
El Tajín. 21 horas.
Ni siquiera acordarnos de nuestros trabajos de escritorio tuvimos el tiempo al llegar a El Tajín esta tarde, por la efervescencia que nos esperaba y nos envolvió. Razón: un grupo de cinco personas con triple interés para nosotros.
Interés uno. Son trotamundos de envergadura; trotamundos motorizados de mayor envergadura que hayamos encontrado hasta ahora; con itinerario cubriendo, en una sola expedición, (partes de) todos los continentes salvo Antártica: Europa, América, Africa, Oceanía y Asia. Su camión, de transmisión en las seis ruedas sobre tres ejes, es aún más grande que el mastodonte del matrimonio alemán y es ciertamente más vistoso, un verdadero barco sobre ruedas. Su propósito es, otra vez, como aquel de los Alemanes, mucho más superficial que el nuestro - básicamente, recorrer el camino y documentar su recorrido. Con razón que lo van a apretar todo en sólo dos años.
Interés dos. Son Checos. ¿Cuándo por última vez tuvimos la oportunidad de hablar checo que no hubiese sido entre nosotros dos?
Interés tres. Ellos son, los famosos "espías" checos en Vespuccia, de los cuales habíamos oído en los informativos vespuccianos hace un mes o dos atrás, los espías checos a los que el FBI vespucciano siguió la huella en cada metro de su recorrido por Vespuccia, que los Vespuccianos prácticamente desnudaron cuando se presentaron en la frontera para salir hacia México, pero que los Vespuccianos tuvieron que dejar ir por falta de evidencia. ¡Quién hubiese pensado que, algún día, tropezaríamos con ellos!
Charlando con la expedición checa y algunos niños del lugar
Naturalmente, fue mucho lo hablado, y mucha la información que les dimos. Pero ya desaparecieron en la oscuridad, en su apuro para tragar kilómetros; no sin, antes, confesarnos que nos envidiaban.
Y para nosotros, con nuestro papelerío así esperando otro día, será una tercera noche en El Tajín.