cocidos. Su panzuda vasija de cerámica tiene decorados de estilo precortesino.

La  vasija

Y la parte humana de la gente.

Hay gente, en ciertas partes (especialmente las "civilizadas"), que irradian desde indiferencia a, ya sea interés intelectual o agresividad; esta gente, aquí, irradia desde indiferencia a hermandad:

• alguna, nos saluda sin ninguna obligación, con hermandad, habitualmente en >>su idioma;
• alguna, trata de hablarnos a pesar de no saber una palabra de castellano, en >>su idioma;
• alguna, nos da la mano - a su manera; aprendimos la manera: tocar suavemente >>con los dedos extendidos la palma de la otra mano, cuyos dedos extendidos, >>al mismo tiempo, tocan nuestra palma;
• y esa niña, de unos doce años, que nos obsequió, de parte de sus padres, una >>gran bolsa de naranjas; le preguntamos su nombre: "Alicia Castro, para >>servirle"; qué educación.

Educación, solicitud, respeto, dignidad, igualdad; no servilismo - los modales lo pusieron bien en claro.

Aquí pasamos el día, aquí vamos a pernoctar.

Ultima aventura del día: el pollo de la cena, comprado en la feria; ese pollo de los bien amarillos por naturaleza, común entre esa gente infeliz de subdesarrollo, lleno de sabor y substancia paradisíacos, mientras los orgullosos industrializados se tragan la falta de sabor y substancia de su imitación de pollos, lívidos y fofos. La misma diferencia, entre estos y aquellos pollos, como entre frutillas de época y frutillas fuera de época, como entre pan de harina-entera-y-agua o pan de harina-vaciada-y-lista-química. Ah, pero este pollo, en Vespuccia, sería por debajo de cualquier clasificación gubernamental y simplemente no se vendería ... porque tenía todavía unas pelusitas.

Tlascamate, o sea gracias, en náhuatl.

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Esta mañana, todavía hacia Teayo.

Vamos a pernoctar ... a ocho kilómetros de nuestro dormitorio de anoche, en Huejutla, al pie de la ya mencionada iglesia-fortaleza.

Esta mañana, "de paso" por Huejutla, de nombre completo Huejutla de Reyes, quisimos ver otra vez la iglesia.