sugirieron) una gaseosa. A caballerosidad, caballerosidad y media; les dimos algo - no como coima, de ninguna manera, ellos nada exigieron como chantaje, y nosotros nada les pedimos, nada tenemos que esconder; les dimos porque nos gustó su sencillez.
Y como inesperada retribución, ciertamente inconsciente por parte de los vistas, presenciamos un sainete tan gracioso como ilustrativo: cuando les pasamos nuestra contribución de buena vecindad, en un pequeño paquete bien apretadito y con toda la discreción del caso, ellos sacaron a relucir su contenido a la vista de todo el mundo, y repartírselo con serenidad. Muy diferente y bien reprensible hubiese sido si ellos hubiesen exigido algo como condición; pero así, más se parece a pedir, y a dar, una ayudita.
Ah, sí, y tenemos la confirmación, negro sobre blanco, de la idiotez burocrática consular respecto al tránsito sin turismo y turismo sin tránsito. El documento aduanero que nos da tres meses de estadía, prorrogables a seis meses, o sea de turismo, especifica que podemos salir por cualquier frontera del país. Otro empleado de consulado que cobra un sueldo que no se merece.
Ahora, antes de largarnos a cubrir una buena distancia, ya hoy, hacia la ciudad de Tampico, nuestra próxima meta, dos prioridades: averiguar cómo funciona el cambio de moneda, y mandar correspondencia certificada acumulada desde Vespuccia porque, en México, el mismo servicio vale cinco veces menos que en Vespuccia.
Y ahora ... Y ahora ... estamos pernoctando en el patio de un ... taller mecánico de esta ciudad fronteriza de Matamoros.
Es que, durante nuestras andanzas por la ciudad, como estábamos escuchando y tratando de identificar un ruido como de elásticos secos, pero que no podía ser de elásticos secos porque justamente los engrasamos durante nuestra espera en Brownsville, empezamos a detectar otro ruido más, un golpe metálico seco, al echar a andar, pero no siempre. ¿Una cruceta?
Sí, posiblemente una cruceta, se nos dijo en el taller, o tal vez un desajuste en el diferencial. Mañana se verá.
Así empezó esta travesía de México, cuando nosotros teníamos todo planeado y preparado para no tener otra cosa que hacer que viajar, visitar, estudiar, escribir. De todos modos, pensando en la pesadilla del diferencial roto en Bariloche, casi disfrutamos de que sea sólo esto, aquí, y no aquello, allá.
Mientras tanto, tiempo para anotar las primeras observaciones de esta segunda vuelta por México.
► Ambiente utilitario, falta de pinta; esencialmente por falta de plástico y neón. Por ejemplo, un nombre de negocio, pintado, no importa cuán artísticamente, en la cal de una pared, nunca tendrá la atracción visual involuntaria del brillo de un cartel de plástico y de la luz por dentro. El >>>>>>>>