De todos modos, fuimos a otro taller, a cumplir nuestro proyecto de ayer: la verificación del sistema de avance del distribuidor. Parece que ambos sistemas funcionan bien.  ¿Entonces?

Mientras estábamos en el segundo taller, el pedal del embrague empezó a trabarse. Explicamos la idiotez de ayer en el otro taller; nos dijeron que, probablemente, en el recalentamiento, se había quemado la grasa en las conexiones entre el pedal y el embrague.

Volvimos al taller número uno y hablamos directamente con el gerente general. Este mandó llamar al jefe de taller; éste negó cualquier responsabilidad, negó que siquiera podía haber lugares lubricados entre el pedal y el embrague. Finalmente, se dignó a llamar a un mecánico para engrasar las conexiones que "no existen" entre el pedal y el embrague, protestando a la vez todo el tiempo que ello no tenía relación con lo de anoche; pero, como por magia, otra vez el pedal funciona bien. Un desastre de atención mecánica como jamás tuvimos en lo que va de esta Expedición.  Esto, en Vespuccia no pasaría.

Hay, en la costanera de Corpus Christi, un grupo escultórico de dos peces-agujas de mar hermosamente entrelazados, de manera que la escultura se puede admirar por sus 360 grados con un perfil siempre cambiante, siempre interesante. Ciertamente, se merece una fotografía, o varias; pero, en los días que ya estamos, no hay Sol - y no hay. La misma cobertura hermética que nos persigue ya desde Georgetown.

Aprendimos que es la consecuencia de tormentas árticas que azotan todo el país, con fríos de 10 y 20 grados bajo cero, y nevadas hasta en el norte de Texas. Es otra confirmación de que el clima vespucciano no es recomendable: un corredor abierto de par en par entre el golfo de México, uno de los mares más calientes del globo, y el Artico.

Peor racha de mal tiempo de que tengamos memoria en esta Expedición. No apropiado para viajar salvo que se tenga necesidad imperiosa, y necesidad no tenemos. Y menos apropiado para nuestra próxima meta, un establecimiento ganadero entre los mayores y más famosos de la Tierra.

Novedades por radio.

~ Otro tren químico y sus peligros. Este explotó, destruyendo unas 87 casas, aquí, en Texas.  No logramos captar el sitio.

~ Otra delicia industrial: en Pennsylvania, un tremendo derrame de diésel y de gasolina en un río tributario del río Ohio, a su vez tributario del río Mísisipi. Ya decenas de miles de personas están sin agua; y no hay agua para combatir incendios por haber cerrado las autoridades las tomas de agua en los ríos afectados. Además, el suministro de agua de hasta 750.000 personas está en peligro.