Por fin, llegamos a leer el ejemplar del semanario ignora-frontera que se nos dio durante la entrevista. Sorprendentemente substancial; nada de charlas locales; noticias fundamentales de muchos países americanos, en pocas palabras y pocas líneas; y también artículos de interés general sobre, por ejemplo, cómo los Griegos antiguos dedujeron que la Tierra es redonda y cómo calcularon su circunferencia casi a la perfección.
Quizás mañana sería oportuno seguir viaje, si bien mucho entusiasmo no hay porque nos espera el segundo gran corte de cuatro días, el fin de año.
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28. Esta noche, del 27 al 28, dormimos con 5 grados centígrados dentro del vehículo. Esta madrugada, encontramos el coche blanco de escarcha. Pero hoy habrá Sol; como una invitación para seguir adelante, hacia nuestra próxima meta, el Refugio Nacional de Fauna de Aransas, en la costa del golfo de México.
De paso, vimos este piano, bien en el aire, como propaganda
Ah, pero, a último segundo, no; a último segundo, se nos ocurrió no esperar el último consulado mexicano para obtener la visa; más bien pedirla, ya, aquí mismo, en San Antonio.
Fuimos. ¡Para qué!
Para avivarnos y saber qué decir la próxima vez, en otro consulado. Aquí, pedimos la visa.
- ¿Por cuánto tiempo la desea?
- Unos cuatro meses.
- ¿Con qué propósito?
(mientras la entonación de la voz también decía "¿por tanto tiempo?")
- Para visitar todas las ruinas arqueológicas de México.
- Necesita mostrar cien dólares por día de estadía por persona y va a tener >>que contratarse un guía del Instituto de Arqueología.
Ahora, sabemos qué no decir. Nos hace pensar en aquel oficial de frontera canadiense que se asustó tanto, cuando le dijimos que íbamos a Tuktoyaktuk, que desencadenó todo un papelerío burocrático a la escala de lo insólito, y por lo tanto sospechoso, de la destinación.
Sí, cualquier cosa fuera de lo ovino es sospechosa.
A divertirnos con un poco de aritmética:
4 meses x 30 días = 120 días x 100 dólares = 12.000 dólares x 2 personas = 24.000 dólares (!!!!!).
¿Es ello efervescente frenesí de una ley; o de este funcionario; - o un anzuelo para entrar a parlamentar gaseosas contra visa dispensada de tal imposición?
Cuando pedimos la visa desde Alta California a Baja California, probablemente supimos decir, o dijimos por casualidad, lo burocráticamente acertado. Felizmente, hay otros consulados mexicanos entre aquí y la frontera, para >>>>>>>>