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() se procede a sumergirlo en parafinas derretidas, en la sucesión de colores que se quiere dar a la estructura interna de la camisa de la vela, sucesión de colores que, luego, dará la belleza policroma a los cortes, lengüetas, y demás formas.

La primera inmersión se prolonga todo un minuto, hasta un minuto y medio, para también calentar el núcleo; las inmersiones siguientes llevan un segundo, el tiempo de bajar y subir la vela en formación; en algunos colores, se hace varias zambullidas seguidas, ya sea porque el color es muy clarito después de un color oscuro o para darle mayor grosor; a veces, se sumerge en rápida sucesión en dos colores para lograr un tinte segundario; la combinación de colores requiere todo el arte, y posibilita toda la fantasía de expresión, de un pintor.

Todas estas inmersiones requieren paciencia y aguante muscular: entre 30 y 40 inmersiones en parafinas, por vela - con una inmersión en agua fría después de cada inmersión en parafina; entre 60 y 80 inmersiones, con algo de un kilogramo colgando a brazo extendido.

Naturalmente, así como en Georgetown, la parafina de la camisa es diferente de la parafina del núcleo, pero es diferente de manera diferente.

En estas velas, no se trata sólo de que la parafina de la camisa no se derrita sino también de que tenga una maleabilidad acorde a la cirugía plástica a que se somete, lo que requiere una composición totalmente diferente, con agregado de ingredientes que son el secreto de la familia. Sin embargo, una vez comentamos, como hablándonos a nosotros mismos, que dicha mezcla secreta debe de incluir algún plástico, y el patriarca-dueño asintió automáticamente que sí.

() Luego, se cuelga lo que parece una masa con más fealdad que forma, en un bastidor, y se empieza a cortar rebanadas, lengüetas, tajaditas, de varios largos, varias profundidades, varios anchos, a curvarlas, enrollarlas, estirarlas, trenzarlas, enroscarlas, torcerlas, pegarlas; en otras palabras, a hacer explotar los colores encriptados y a crear una riqueza de formas cuya mejor descripción probablemente es exuberancia barroca - y todo, rapidito, en menos de diez minutos, que es el tiempo que la parafina con plástico y demás secretos queda lo suficientemente flexible, dúctil, trabajable, antes de endurecer.

() Luego, se da una rápida zambullida a la vela - por qué no decir obra de arte - en parafina incolora para emparejar posibles irre gularidades; y, acto seguido, en barniz, también incoloro, barniz muy especial - y medio secreto, se nos destacó - que reacciona con la parafina caliente para formar una capa protectora con aspecto de porcelana.

()  Se deja endurecer, una hora; y lista la vela barroca.



¡Basta elegir!