denuncia de la cabeza como falsa, fraudulenta, falsificada; porque, de ser auténtica, hubiese habido que aceptar que ya había gente por aquí tan temprano, y aceptar el error de las nociones arqueológicas al respecto hasta entonces. "¿Presencia humana, y por colmo con veleidades artísticas, hace tanto tiempo, por acá? no me haga reír, dijo la cofradía arqueológica.
Al aparecer la segunda cabeza, misma acusación, y peor; de recidiva de fraude.
Pero al aparecer la tercera cabeza, por haber sido hallada bajo el honor de los paleontólogos buscando fósiles, la cofradía recurrió a otra de sus defensas favoritas: simplemente ignoró y sigue ignorando lo muesqueado en la tercera cabeza y, embarazadamente, no sabe qué cara poner.
Así es el enredo de estas cabezas, conocidas como Malakoff, pero que corresponde llamar Trinidad por el lugar más exacto cerca de Malakoff donde fueron encontradas.
La antigüedad de estas cabezas puede parecer inortodoxa y puede ser indemostrable directamente, pero está en consonancia con otra antigüedad que puede parecer inortodoxa - pero que tendría que ser muy demostrable - la antigüedad de unas cenizas de fogón encontradas a unos 130 kilómetros al noroeste de Trinidad, en la comarca de Lewisville, y estimadas a 37.000 años; y dos inortodoxias pueden ser menos inortodoxas que una.
También se encontró huesos de animales y herramientas de pedernal (raspadores, puntas de lanzas, etc.) en sedimentos relacionados con los sedimentos de las cabezas, de por lo menos 25.000 años de antigüedad.
Finalmente, se nos sugirió que, si pasásemos por San Antonio, nos pusiéramos en contacto con un arqueólogo que estuvo estudiando las cabezas, casualmente hace poco, y que podría tener algo que comentar.
Y ahora, rápido, hacia nuestra próxima meta, a unos 35 kilómetros al norte de Austin, en el pueblo de Georgetown, una fábrica de velas.
Viajando.
Mientras tanto,
• nos acordamos de que, en la universidad en Austin, notamos un indicador delatando un concepto exacto, si bien habitualmente encubierto: mostraba el camino hacia las Artes Médicas (y no Ciencias Médicas);
• también nos acordamos de un nombre de calle en Austin basado en numeración - como tantas veces, pero, en este caso, de mayor sutileza matemática: una calle "38 y medio".