Cuando nos enteramos, en la primera mitad de esta Expedición, de que, hoy en día, los astrónomos se quedan en casa, esperando un relato automatizado de sus telescopios, no sabíamos que era el preludio a este distanciamiento absoluto entre astrónomos y telescopios. ¿Dónde están los tiempos cuando astrónomos pegaban sus ojos a sus telescopios; y dónde está el tiempo cuando Galileo pegó su telescopio a su ojo?
║*║ Telecomunicaciones vertiginosas.
Naturalmente, los procesos fabriles en el espacio - tanto más que serán llenos de incógnitas; y los Vavenes entre Tierra y estación espacial, llevando materias primas y trayendo productos terminados; y el tremendo telescopio - mejor dicho observatorio; y los muchos otros satélites artificiales - incluyendo los militares para la próxima guerra - cada vez más numerosos y complejos; y la presencia humana cada vez mayor, y pronto permanente, en el espacio, necesitarán una intensidad, una continuidad y una instantaneidad de transmisiones, en conversaciones, imágenes, estadísticas, nunca aproximadas hasta ahora.
Así como hubo, en su tiempo, una explosión de comunicaciones, de continente a continente, gracias a satélites de telecomunicaciones, ahora es necesaria una explosión de comunicaciones entre Tierra y su espacio orbital (particularmente el cercano - el más utilizado, y el que mayores problemas causaba).
Es, todo lo susodicho, el propósito de un revolucionario dispositivo de comunicaciones vertiginosas, con una diferencia fundamental y una diferencia casi fundamental con el sistema anterior.
La diferencia fundamental es la ubicación de las antenas de comunicación con los satélites artificiales. Anteriormente, se establecía comunicaciones con un satélite artificial por medio de varias antenas terrestres, en varios países debajo de una órbita-tipo; con los inconvenientes, de que se podía mantener el contacto durante sólo unos 15/oo de cada órbita, y de que, además, se dependía de varios países. Ahora, se mantiene comunicaciones con un satélite por medio de solamente dos grupos de antenas, pero ... a 35.680 kilómetros de la Tierra, vastamente por encima del espacio orbital circunterráqueo más utilizado; con las ventajas, de que, con las antenas de contacto a semejante altitud, no hace falta esperar que el satélite aparezca encima del horizonte, y de que, ahora, el contacto es, de casi 100/oo de cada órbita para los satélites orbitando debajo de 1.200 kilómetros de altitud, y de 100/oo para los satélites encima de dichos 1.200 kilómetros; y con la ventaja adicional de no tener que depender de otros países.
La diferencia casi fundamental es la fenomenal capacidad de transmisión, en velocidad y cantidad. Se podría hablar de antenas cilíndricas, de a treinta en cada grupo, con capacidad de transmitir o recibir hasta "solamente" 50 kilopulsos, o sea 50.000 impulsos eléctricos por ... segundo, y de antenas >>>>>>>>