cosmonautas. Cuando los carritos cambian abruptamente de una subida a una bajada, y cuando el cuerpo se siente despegado del carrito, esa situación, exacerbada por una intensidad muy mayor, y extendida por un tiempo muy mayor, da un equivalente de la sensación de la aparente falta de gravedad en el espacio exterior.

Esta misma situación, la aprovechan los científicos, pero, en vez de utilizar un carrito de montañas rusas, utilizan un avión con rápidas subidas a 45 grados y repentinas bajadas a 45 grados; en el cual avión, durante los 20 ó 30 segundos que dura la curva superior, la sensación de gravedad de la Tierra está artificialmente reducida a una fracción de sí misma, a micro-gravedad.

Y nosotros acabamos de divertirnos creando "flotación" por "falta de gravedad", sin cápsula cósmica, sin carritos de montañas rusas, y sin aviones acróbatas, simplemente parados al lado de nuestro vehículo. He aquí la fórmula:

♦Tómese una bolsa, ya sea de plástico o de tela, que tenga un cierre por piola >dentro del dobladillo de la boca de la bolsa.
♦Póngase un peso, quizás dos o tres kilogramos de algo, en la bolsa.
♦Sin haber tirado de la piola, o sea con la bolsa todavía abierta, téngase la >bolsa colgada por las dos puntas de la piola, de las dos manos a brazos >tendidos.
♦Trátese, entonces, con el peso colgando, de tirar de las dos puntas de la >piola para cerrar la bolsa; será difícil, si no imposible, que la piola se >deslice, debido al peso.
♦Entonces, bájese abruptamente los dos brazos, aunque sólo cincuenta >centímetros sea, y en el mismo acto tírese las dos puntas de la piola para >cerrar la bolsa; la piola se deslizará con toda facilidad.

♦La bajada de los brazos se le escapó a la gravedad del peso en la bolsa, un >caso, se nos ocurre, para la piola en el cierre, de "flotación" por "falta de >gravedad", ello, a pesar de la gravedad terrestre en plena fuerza que >envuelve el sistema brazos-piola-peso en bolsa, en caída "vertiginosa".

Muy bien, pero ¿cómo es, entonces, que, en una trayectoria ya no pronunciadamente curva y predispuesta a caída (controlada) como sería una órbita, sino en una trayectoria de curva tan abierta que es cercana a la rectilínea, como entre Tierra y Luna, donde, se supone, que no habría tal caída, cosas y cosmonautas también parecen "flotar" en el aire? Pues aquí va la explicación y su sorprendente revelación consecuencial.

En una trayectoria relativamente recta, la cápsula, efectivamente, no se les escapa a los cosmonautas solamente de manera constante por caída controlada oblicua; pero sí llega, en ciertas condiciones, a escaparles - en dirección paralela a la dirección del viaje - de manera variable, por la propia fuerza de aceleración, según dicha aceleración esté en cierta proporción con la fuerza de la gravedad (o micro-gravedad), proporción que varía: