Así, eventualmente, y no sin trastornos y fracasos, efectivamente empezaron a aparecer nuevas partículas - y no partículas al lado de las partículas que se había creído primarias sino dentro de las partículas que, por lo visto, primarias no eran; empezaron a aparecer los hoy famosos quarkes; y no todos a la vez; y no todos en el mismo laboratorio; llegando eventualmente a seis quarkes y seis ... antiquarkes.
Quizás se pueda medir el asombro de los propios científicos por lo atinado o desatinado de los nombres que les conferían a esos quarkes y antiquarkes a medida que aparecían, incluyendo un quark "encantado", un quark "extraño", con sus anti-encantado y anti-extraño.
De todos modos, lo que no termina de fascinarnos es la función de esos quarkes en la composición electromagnética de protones y de neutrones.
Un protón tiene una carga eléctrica positiva, +1.
Ah, pero ¡cómo se llega a ese simple +1!
Un protón tiene, se descubrió, tres quarkes.
Y resulta que uno de esos quarkes tiene una carga no de +1/3 sino de +2/3
y que otro quark tiene una carga de +2/3
ya va una carga de +4/3
felizmente, el tercer quark tiene una carga de -1/3.
En ecuación:
[(1qk = +2/3) + (1qk = +2/3) = +4/3] - (1qk = -1/3) = +3/3 = +1.
Y los neutrones. Un neutrón no tiene carga; carga = 0.
Ah, pero ¡qué se esconde en este innocuo 0!
Yendo directamente a la ecuación:
[(1qk = -1/3) + (1qk = -1/3) = -2/3] + (1qk = +2/3) = 0.
¡Qué manera más enredada de llegar a un 1 o a un 0! ¿Qué causas y qué propósitos tiene la Naturaleza para ser como es? ¿No es esta maravilla en la inmensidad del microcosmos análoga a alguna maravilla en la inmensidad del macrocosmos?
Y no se trata solamente de la curiosa estructura de los tres quarkes, respectivamente en el protón y el neutrón, sino de las fundamentales relaciones de los seis quarkes entre sí en la constitución de un exátomo.
Y no son los neutrones y protones las únicas partículas con esos extraordinarios quarkes. Por ejemplo, los pi-mesones están compuestos de un quark y de un anti-quark. Notable.
Y no somos los únicos en maravillarse. Los sabios también se maravillan: por ejemplo, ¿por qué, al mismo tiempo, un protón, dentro del núcleo exatómico, tiene la exacta misma carga eléctrica, en positivo, como la carga eléctrica, en negativo, de un electrón revolviendo alrededor del mismo núcleo exatómico, pero ese protón tiene una masa 1.846 veces más pesada que la masa de ese electrón?