.). Los científicos esperaban encontrar en la Luna por lo menos partes de la costra original, porque aquí, en nuestra Tierra, la costra original ya no existe, por erosión, volcanismo, etc. Lamentablemente, se encontró que, en la Luna, tampoco existe - por otra razón. Todo lo original fue despedazado, pulverizado, revuelto, por incontables miriadas de meteoritos, y mezclado con ellos mismos, durante incontables millones de años.
Los cráteres dejados por estos meteoritos no son solamente los famosos grandes, de centenares de kilómetros de diámetro, visibles hasta con simples prismáticos desde la Tierra; hay también infinidades de micro-cráteres, más "micro" de lo que el que no sabe estaría dispuesto a vaticinar. ¿Cráteres de cuántos metros de diámetro? ¿Centímetros - milímetros? Bueno, aquí va: cráteres de diámetros de 0,05 micromilímetro.
También se encontró, en la superficie de la Luna, polvo del espacio exterior, invisible a simple vista.
No sorprende pues que muchas de las rocas lunares no sean homogéneas originales sino conglomerados de materiales pre-existentes unidos por derretimiento por las altas ambituras causadas por cada impacto de meteorito.
.). Entre los minerales traídos de la Luna, se encontró tres que eran desconocidos en la Tierra; si bien, desde entonces, uno de ellos también se encontró en este planeta.
.). La Luna es, además, un museo de huellas dejadas por partículas ionizadas (exátomos sin sus electrones) impactando permanentemente en el suelo lunar desde el Sol. Si bien estas huellas no pueden haber sobrevivido desde el principio, por la permanente disrupción del suelo lunar, parece que, entre su formación y su destrucción, miden varios millones de años, por lo que, en ese ínterin, forman como un diagrama de la actividad solar para los millones de años más recientes.
.). También hay huellas de partículas ionizadas procedentes de las lejanías del cosmos fuera de nuestro sistema solar. Curiosamente, las huellas solares y las huellas no-solares son bien distinguibles.
.). Por otra parte, los científicos ahora saben que el centro de gravedad de la Luna no coincide con el centro del volumen; hay una separación de unos dos kilómetros.
.). Muy cautivante, todo ello - para la ciencia.
.). Mucho más cautivante - para la codicia - es que el suelo lunar contiene 20 a 30/oo de minerales, como ser hierro, magnesio, bauxita, titanio. Es una concentración que aquí, en la Tierra, se considera un yacimiento minero; vale decir que la Luna es un yacimiento minero ilimitado, y con dos características de ensueño.