. .
*
▪
Esta mañana, nada para pensar o dudar; con esta densa lluvia movida como cortinado por ráfagas de viento, y sin esperanza de amainar hasta mañana, según los boletines meteorológicos, no es tiempo para meterse en una ciudad que promete ser una de las penosas, por su tamaño. Aquí nos quedamos. Por lo menos, el viento barrió el hedor petroquímico que, aquí también, imperaba, anoche, y durante la noche.
Noticias radiales.
~ En México, la moneda perdió tanto valor desde nuestra estadía anterior que, por cada 100 pesos que manejamos entonces, ahora, tendríamos que manejar 1.500 pesos; y probablemente será más aún cuando lleguemos; con el inconveniente adicional de que, con semejante tendencia devaluativa todavía en curso y acelerando, tendremos que quedar cautelosamente alertas, de día a día, de nuevas devaluaciones de la moneda y nuevas inflaciones de los precios; nos hace pensar en el vértigo monetario de Bolivia; esperamos, para el bien de los Bolivianos, que se les habrá calmado la situación.
~ En Haití, se está preparando la primera elección en treinta años, a golpe de violencia y muertos.
~ En Surinam, parece que hubo la primera elección en diez años.
. .
*
▪
Esta mañana amaneció con Sol radiante, y viento fuerte. Sin embargo, volvió el hedor. ¿Tenemos que interpretarlo que el agente limpiador, ayer, era la lluvia y no el viento, ya que el viento parece seguir soplando en la misma dirección?
Ahora, hacia nuestra próxima meta, antes mismo de alcanzar Houston propio, nuestro cuarto centro espacial vespucciano; en Clear Lake City, parte de la megalópolis.
Otra vez - pero, esta vez, en la lejanía - centenares de chimeneas, torres de destilación, y más, perfilándose en apretadas concentraciones en el horizonte, coronadas de sus humos malévolos.
Con tres centros espaciales ya en nuestro haber, y con el in-interés, por lo menos para nosotros, del centro de Huntsville, no esperamos gran cosa nueva para nosotros aquí. Será, probablemente, una pasadita por la duda, y hacia Houston.