La iglesia del dedo es presbiteriana, y, con cristiana humildad, se autodenomina "primera" - First Presbyterian Church.

En Port Gibson, también vimos unas criaturas bípedas de extraño aspecto - pálidas, lívidas, a punto de que algunas mujeres se pintan para disimular su aspecto enfermizo; con cabellos de coloridos también endebles en varios grados, hasta un amarillo muy claro; y con ojos a veces tan claros que parecería que se les podría mirar a través; criaturas perdidas en una población por otra parte de fuertes labios, de fuertes narices, ocupándose hacendosamente de sus quehaceres diarios, y no pocas veces elegantemente vestida.

(*) Y ahora, este túmulo paraborigen frente a nosotros.

En lugares lejanos, se lo llama Selser, pero aquí, por lo que vemos, se le impuso el nombre de Esmeralda. Otra cosa que la propia acumulación de tierra no hay; pero su existencia misma demuestra la inventiva estructural, o arquitectónica o teatral, y la inventiva ingenieril, de sus constructores.

En cuanto a inventiva estructural, mide 230 metros de largo, 130 metros de ancho, y sólo 10 metros de alto; o sea que no es una plataforma como sócalo para chozas ceremoniales sino como una verdadera plaza pública, sobre-elevada para mayor distinción. Y es lo que era; todavía hay, en una de sus extremidades, una super-plataforma, pequeña de base, del tipo cuadrado, de 9 metros de altura, que servía de pedestal para algún recinto importante política- y/o religiosamente; y en la otra extremidad, hay otra super- plataforma, aun menor; y entre estas dos elevaciones ancilares, hay todavía espacio de sobra para ceremonias y quizás otras chozas de importancia pero sin pedestal.

En cuanto a inventiva ingenieril, sus constructores, en vez de laboriosamente escarbar y acarrear y apilar las habituales miriadas de canastos de tierra, adoptaron y adaptaron una lomita natural, afeitando su cresta en forma de explanada, aprovechando la tierra afeitada para encuadrar los costados, y trajeron sólo la tierra adicional necesaria.

Viendo todas las acumulaciones de tierra que estamos viendo, con sus varias características dentro de su primitivismo, sería de interés, quizás, algún día, establecer un cuadro general para todas ellas.

(*) No sabemos qué grupo de autóctonos moldeó esta inhabitual plataforma, pero éstas fueron tierras también, en un tiempo, de los autóctonos conocidos como Natchez - a pronunciar a la francesa, sin la "z"; y los Natchez dejaron para la posteridad algo que, si bien es tan impalpable como son palpables túmulos funerarios y plataformas templarias, es más original que cualquier túmulo o plataforma: su sistema de succión obligatoria de su clase social baja hacia las tres clases altas, incluyendo hacia el propio cacique.