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demás hermanos se embrollaron en una lucha por el poder, Madoc decidió alejarse; por tal causa salió, no como aventurero-descubridor.

Pero ¿cómo podía saber Madoc?

→→ Por una parte, ya había transcurrido suficiente tiempo desde los descubrimientos de los Vikingos como para que la nueva se hubiese divulgado, y había transcurrido bastante poco tiempo para que la idea todavía hubiese quedado vívida.

→→  Por otra parte, Madoc posiblemente tuvo una fuente de conocimiento aún más directa porque era nieto de Griffith Ab Conan, quien, por su madre, era descendiente de los gobernadores escandinavos, o sea vikingos, de Dublin.

Juntó, pues, unas 10 embarcaciones y unas 120 personas, hombres y mujeres - a más de los marineros. En esto, hay otra cosa curiosa: no juntó dichas embarcaciones como empresa monopolística sino cooperativa, cada embarcación, con su propio dueño y grupo; en sociedad. El barco de Madoc se llamaba Gwennan Gorn.

¿Qué ocurrió en alta mar?

Es pura conjetura; y la única conjetura es que tuvo la suerte de haber sido tomado y llevado por la misma corriente y los mismos vientos que, 321 años más tarde, irían a llevar a Cristóbal Colón. Suerte, porque también lo podía haber tomado la corriente del golfo de México hacia Islandia y Escandinavia. Colón no necesitó tal suerte; él estaba, desde su propio puerto, en la corriente hacia el Caribe.

También se puede considerar una gran suerte de Madoc, a su llegada al Caribe, el no haber sido agarrado por la corriente del golfo de México y no haber sido llevado de vuelta a su punto de partida, así como se dice que ocurrió al monje San Brendan y sus 17 hermanos en religión siete veces consecutivas, alrededor del año ... 500 - pero esto es otra "legenda".

De todos modos, siguiendo con los indicios de los cantares de gesta, y de otras tradiciones, Madoc llegó a América - más exactamente, por sabias deducciones - a la zona de la bahía de Mobile; le gustó; se quedó un tiempo, acogido favorablemente por los paraborígenes (lo de siempre); y, dejando todo el grupo, salvo los marineros indispensables, regresó al norte de Gales para buscar más gente.

¿Indicios palpables en el lugar?

Sí; en 1559, los Españoles de Tristán de Luna, los primeros Europeos pos-colonenses en el lugar, encontraron, en una cueva sobre el río Dog, restos de unas embarcaciones de armazón de ramas y cubiertas de cuero, que, por su forma redonda, llamaron cáscaras, las típicas barcas carcles, escrito coracles, galesas.  Hoy, con más siglos transcurridos, estos restos de carcles/coracles >>>>>>>>