Crónicas, muy importante para nosotros, como evaluación de lo hecho y ciertamente base de optimismo para el futuro.

Días muy eficientemente utilizados en su aparente inactividad; tan eficientes - y necesarios, estamos descubriendo - como el regurgitar y rumiar desde un estómago a otro; en este caso, debe de ser de una voluta del cerebro a otra.

Una sola vez nuestra quietud silvestre fue maculada; fue un sábado, cuando la invadió una banda de salvajes. Empezamos a escuchar con zozobra inconfundibles latigazos y golpes sonoros. Para averiguar qué era y qué esperar, caminamos hacia el origen del loquerío. Y caminamos y caminamos. A 600 metros, mayor bochinche, pero todavía nada a la vista. La fuente del salvajismo disfrazado de alta fidelidad electrónica estaba todavía mucho más lejos, bien fuera del bosque. Regresamos a nuestro sitio a aguantar. A la tardecita, todo volvió a la tranquilidad.  ¿Civilización, eso?

Como para sacar la mente de su filtrado, y el cuerpo de su inactividad, estamos manteniendo - sin habérnoslo propuesto de antemano, pero así ocurrió eventualmente en la práctica - un fuego de leña in-interrumpido desde hará unos diez días y todas sus noches; sin interrupción; juntando leña por todo el bosque. Nos sentimos extendiendo la mano hacia nuestros remotos antepasados, cuando prender fuego era imposible para la tecnología del momento y sólo se podía, y era sagrado, mantener día y noche, ya sea en campamento o en viaje, un fuego, prendido por un relámpago del cielo, en vez de nuestro único fósforo
inicial.

   
                     "Haute cuisine"
                                                           
                                                                                                       Cocinando dulce de duraznos

Y vamos aprendiendo cosas.

Qué grosor y humedad de leña para fuego de llama-cuanto-antes; qué grosor y humedad de leña para sólo mantener brasas rojas durante muchas horas; influencia del régimen del viento - parejo, unidireccional, suave; parejo, unidireccional, fuerte; irregular en dirección y fuerza; inexistente; la importancia del agua en la planificación de un fuego; cómo conseguir una acumulación de cenizas debajo de la cual apenas unas chispas mantendrán el potencial de fuego durante horas (el tiempo máximo que el fuego se quedó sin atención fue de 11 (once) horas, entre el momento de instalar la debida leña en la debida forma sobre las debidas brasas para combustión lenta y el momento de resucitar las chispas remanentes); cómo resucitar dicho potencial, aun con hojas empapadas por una lluvia.

Una noche, cuando estaba por llover, cubrimos el hogar con grandes cáscaras a modo de techito para postergar la acción apagadora de la lluvia; eventualmente, las cáscaras también se quemaron, pero, por su presencia, mantuvieron, y luego alimentaron, el corazón del fuego durante justo el tiempo necesario para alcanzar el fin de la lluvia.

Otra noche, llovió fuerte, sin preaviso, sobre el hogar sin protección. A la madrugada, sólo quedaba una pasta de ceniza gris oscuro mojada, y dos o tres >>>>>>>>