aclarar la causa de una muy leve hesitación en el motor de arranque - y solamente una vez entre diez, o quién sabe cuántas, veces - a pesar de la revisación del otro día.
De todos modos, mañana, a viajar. ¿A viajar? Sí, a viajar; cualquier cosa con el arranque no puede ser gran cosa y tendría que poder solucionarse seguramente hoy mismo.
De tardecita.
Sí, así son las cosas. Otra vez fuimos guiados por una mano invisible. En el bosque, para ir al taller, arrancamos sin problema; pero, en el taller, cuando quisimos arrancar, esperando que se manifestaría la hesitación, nada pasó; el arranque ni hesitación tuvo, simplemente no arrancó. Y no arrancó. Clic, clic, y nada más. Otra vez, tuvimos la suerte de tener diagnóstico y solución a mano, en vez de estar sorprendidos lejos de ayuda: batería con circuito a punto de cortarse y, ahora, totalmente cortado - la batería que, casi desde Santiago de Chile, donde la habíamos comprado, pero de fabricación vespucciana, estaba hirviendo. No pensábamos que aguantaría tanto. Claro, en un lugar sin recursos, podríamos haber utilizado nuestra otra batería. Tenemos batería nueva.
Pero la mano invisible, la mezcla de vocecita interna y de permanente meticulosa preocupación personal, tenía además para nosotros otros planes. Nos hizo prácticamente escupir una pregunta mientras estábamos en el taller, respecto a un espasmódico temblor, muy infrecuente, errático, durante maniobras de estacionamiento, aparentemente relacionado con el embrague, que habíamos aceptado durante años como algo sin mayor importancia. ¿Por qué preguntamos ahora?
Tenemos cita para mañana para revisación en forma.
Increíble. Una cosa cierta es que Huntsville es una ciudad más apropiada que muchas para todo lo que nos va tocando hacer aquí, por su alto nivel de eficiencia dentro de un núcleo urbano relativamente restringido, tal vez por la presencia del Centro Espacial, de sus muchos ingenieros, y de los servicios de calidad que éstos requieren. Quizás sea lo que nuestra mano invisible está aprovechando.
Incluso - ¿cómo encontramos este taller que parece muy responsable? Por muy endeble casualidad y sin convicción; hablando en el taller donde nos cambiaban el termóstato.
Fue sólo ya en este taller, cuando averiguábamos respecto a la revisación y al engrase de la tracción delantera, que un cliente presente, que resultó ser un doctor ingeniero analista en el programa espacial, nos dijo que es el mejor taller en Huntsville, con su dueño principal, un ex-ingeniero del programa espacial, a quien más gustan coches de carrera y coches en general; y se sorprendió cómo lo habíamos encontrado en su ubicación un poco apartada.