español english français česky

Agregamos más asombro a nuestro asombro anterior respecto al fenomenal analfabetismo de este país, antorcha de cultura. Sabíamos que no se lo puede evitar en la vida diaria; también lo vimos glorificado, tallado, para la posteridad, en mármol y granito; también lo vimos impreso en sitios entre los más exaltados; pero ahora todo ello cae en su propia lógica, se explica muy bien: la propia Constitución de Vespuccia, escrita por los propios eruditos próceres fundadores, da el ejemplo de los mismitos analfabetismos.

Copiamos:

Art. I section 3.
The Senate shall chuse their other officers ...

Art. V (only section).
No State, without its Consent shall be deprived of it's equal Suffrage in the Senate.

Incluso el uso de iniciales mayúsculas no tiene Pie ni Cabeza: la Mayoría de los substantivos Empieza con mayúscula a tal Punto que ese inglés más se parece a alemán, pero no todos los Substantivos tienen Mayúscula, y viceversa, Otras palabras, no substantivos, Tienen mayúscula.  Absolutamente increíble.

Increíble, no sólo esta Constitución, sino la acumulación de todas las demás incredibilidades, y la diferencia entre cómo este país parece por fuera y cómo es en realidad por dentro; el país más sorprendente de cuantos visitamos en esta Expedición.

Noticia por radio; de algunos días atrás, pero asombrosa en cualquier momento: en un supermercado, dos asaltantes acorralaron los empleados en un rincón y los salpicaron de disparos: cinco muertos, dos heridos. Las dos primeras veces que escuchamos la noticia, nos pareció que escuchamos mal; fue la tercera vez que tuvimos que convencernos.

Otra noticia por radio agregó una pincelada al cuadro en blanco y negro de Vespuccia: en Nueva York, empezó un juicio, consecuencia de una altercación entre doce Blancos y tres Negros, en la cual uno de éstos perdió la vida; quizás como hostigamiento de los Negros por los Blancos, quizás como amenaza a los Blancos por los Negros; de todos modos, mostrando, al mismo tiempo, que el antagonismo no es sólo de antaño y de este Sur.

Felizmente, por radio también hay música. El otro día, uno tras el otro, un cuarteto de Yves, un cuarteto de Shostakovich, el octeto de Mendelssohn, un rondo de Mozart, todo ello, no a una hora ritual como sería 10 de la noche sino a las 10 de la mañana. También hay regularmente apaciguante música céltica de Irlanda y Escocia, y sus derivativos en Vespuccia.

Esta tarde será de lujo; con la consciencia de tener todo al día, aprovecharemos el tiempo para ir al taller mecánico, casi como un paseo, para >>>>>>>>