•) No era simplemente dividir toda la tierra entre todas las familias; era dar a cada familia una parcela mínima, de manera que, una vez asignadas las parcelas a todas las familias, quedase un máximo de tierra sin parcelar, para su rapto por los Blancos.

•)  Es cierto que las parcelas, ahora en propiedad individual, eran inalienables durante 25 años para evitar que los paraborígenes, inocentes en artimañas blancas, no se las dejaran sonsacar por los Blancos, con el consiguiente desmoronamiento social de paraborígenes sin tierra alguna, tribal o familiar.

•) En vista global, una maniobra para destruir la cohesión, social tribal, nacional, de la tierra de nadie en usufructo de todos; y para rapiñar la tierra, alguna, de inmediato, alguna, después de los 25 años.

Epílogo.

Los Chiroquíes y los Maskhoguis se fugaron a las serranías Ozark para no ser obligados a aceptar la parcelación, y hubo que traerlos por fuerza para el trámite. Hasta 1912, un 10/oo de Chiroquíes habían logrado eludir su "parcelación".

Los Choctós y los Chickasós armaron un plan para mudarse como grupo a México o aun a América del Sur ... pero los Vespuccianos se lo prohibieron.

Acabamos de cruzar de Georgia al estado de Alabama por el extremo norte de ambos estados.

En otros tiempos, no hubiésemos cruzado a Alabama porque no había Alabama; Georgia reclamaba como territorios propios todas las tierras hacia el oeste hasta el propio río Mísisipi, una ex-colonia hambrienta de colonias propias; pero, eventualmente, tuvo que transferir sus pretensiones al gobierno federal en Washington.

También cruzamos, en el mismo acto, una nueva línea horaria - ¿cuántas van desde el principio de la Expedición?

Estamos, al mismo tiempo, tan cerca del estado de Tennessee que cuando, recién, pasamos de un supermercado a otro, para ver dónde era mejor comprar, nos encontramos que habíamos cambiado de estado, de Alabama a Tenesí.

De vuelta en Alabama, cerca de la cueva. Hoy, demasiado tarde; mañana, veremos; nos vamos a atrever a dormir en la soledad al borde de un camino vecinal. El atrevimiento, naturalmente, no por los delincuentes sino por los psicópatas forasterófobos.

Volviendo al drama de los Chiroquíes, era solamente uno en un mundo de dramas por la sistemática múltiple campaña de los Vespuccianos contra todos los paraborígenes, y por todos los medios expedientes, hasta, increíblemente, las postrimerías mismas del moderno siglo XIX.