No hay que imaginarse que la programación de estas radiodifusoras solventadas por el público es de creatividad y cosecha propias.

 Dentro de lo escuchado, no sabemos cuántas tales estaciones llenan cuánto tiempo de su programación con creaciones propias, pero muchas llenan mucho tiempo con programas enlatados que varios productores de programas venden a cuántas estaciones pueden para difusión por cada estación a su antojo. Así, nos ha ocurrido sintonizar el mismo programa en diferentes lugares en diferentes horas y hasta en diferentes días.

 Estos programas en venta incluyen las noticias de la National Public Radio por sumas que, en este momento no nos acordamos pero que son piramidales - una pirámide de dinero por parte de cada una de las difusoras públicas locales.

Volviendo a nuestro entorno, tres veces, en varios momentos, escuchamos en la distancia algo como un entrenamiento de armas de fuego; ¿habrá sido el Ku Klux Klan practicando?

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Esta mañana pues, tempranito, en dirección hacia nuestra próxima meta, el pueblo de Elberton y nuestro granito.

Estamos viajando otra vez por Georgia; y otra vez cruzamos las huellas de Hernando de Soto. Seguramente lo encontraremos nuevamente, porque él, como nosotros ahora, daba muchas vueltas.

Tenemos, de vez en cuando, a la vista pruebas de los extremos térmicos del clima de Vespuccia, donde uno nunca se salva porque, en verano, hace mucho calor y, en invierno, hace mucho frío: mientras nos estamos asando, vemos, cada vez que estamos por cruzar un puente, un cartel de cautela rezando "Cuidado puentes se hielan antes que la calzada en tierra firme".

Elberton. De entrada, vemos que, así como en el caso de Hickory y sus fábricas de muebles, aquí, no es una empresa de granito en el pueblo sino todo el pueblo compuesto por muchas canteras y plantas procesadoras.  Vamos a ver.

He aquí lo que aprendimos.

\♦/ Primer paso, en la cantera, y primera curiosidad nuestra, separar un gran bloque de granito del afloramiento geológico.

Según nos explicó nuestro guía, hasta hace pocos años atrás, se utilizaba el sistema sin misterios de taladrar hoyos a lo largo de la línea de corte, de hasta seis metros de profundidad, hoyos cada vez más juntos hasta obtener un >>>>>>>>