>que parece haber visto los primerísimos tanteos del progreso humano, empezando con la concepción de herramientas más allá de las herramientas ya en uso entre ciertos animales;
>que, por una raza mezcla de Negros de Nubia y Blancos mediterráneos, desarrolló la civilización egipcia;
>cuyas ruinas pétreas Zimbabue, de Zimbabue, son tan impresionantes que los primeros Europeos que las vieron las atribuyeron a ... Blancos, posiblemente (por qué extrañarse) a Fenicios;
>que es todo un mosaico cronológico de culturas e imperios; como ser el imperio de Mali, un imperio entonces más grande que Europa sin Rusia, cuyo rey negro musulmán Mansa Musa, también llamado Gonga o Konka o Kanka Musa, emprendió, en 1324, un peregrinaje a La Meca, con un séquito de 60.000 personas y con 80 camellos cargados de oro, y gastó tanto oro en El Cairo que deprimió la cotización del metal. Su imperio, hasta entonces, era desconocido en Europa.
Bien curiosa, esta doble faz de Africa negra.
También tuvimos entrevistas con dos publicaciones locales. De una de las publicaciones, dos periodistas, por separado y sin saber uno del otro, vinieron a entrevistarnos. Al segundo, tuvimos que darle la mala nueva.
. .
*
▪
Viajando.
Teníamos que haber salido ayer de mañana, pero, en el momento de revisar el coche, tanto mentalmente como, si no más que, visualmente, una vocecita nos dijo "no"; la misma vocecita que ya, otras veces, había dirigido nuestra atención hacia cosas que no había lógicamente por qué mirar - como ser la bomba de nafta en La Paz. Este "no", ayer, fue respecto a los frenos. Estos frenos, que un mecánico, días atrás, había declarado aptos para más servicio, la vocecita nos dijo que eran un problema, y por lo tanto un peligro.
Con esto, nuestro tío, el administrador del aeropuerto, nos mandó a su mecánico. Resultado: un freno no se retraía suficientemente de la rueda, ya había comido totalmente la zapata, y estaba por empezar a comerse el disco de la rueda. Bien hicimos en hacerle caso a la vocecita en contra de la opinión del primer mecánico. De paso, ahora sabemos que tenemos los cuatro frenos en buenas condiciones.
Lamentablemente, no necesitamos ninguna vocecita para saber, demasiado bien, que tenemos todavía dos problemas sin solucionar, y agravándose - uno de ellos, probablemente insoluble.