…hubo que recortar una, de material ad hoc; al rato de andar, sabíamos que el diferencial perdía - no la ínfima humedad original, todo un chorrito ("Esto, en Vespuccia, no pasaría");
…de vuelta al taller; junta normal pues no tenía; y medio de locomoción disponible para ir a buscar una dónde se sabía que había, tampoco ("Esto, en Vespuccia, no pasaría");
…por desesperación, se colocó de vuelta la junta original que, por otra parte, parecía buena, con extra sellador de ambos lados; y combinamos en una sola acción, probar este nuevo invento e ir a comprar una junta normal por la duda; llegados a destino, supimos que el invento perdía - y peor que antes, perdía por abajo, vale decir aún con el vehículo parado ("Esto, en Vespuccia, no pasaría");
…además vimos que el mecánico había abollado el reborde de la tapa, y torcido una barra de soporte del diferencial ("Esto, en Vespuccia, no pasaría");
…de vuelta al taller (con la nueva junta de fábrica); esta vez, si bien nos costó creer nuestros ojos y dedos, no más pérdida; pero tres días perdidos ("Esto, en Vespuccia, no pasaría").
Si lo susodicho hubiese pasado en cualquier otro país, hubiésemos dicho "Esto, en Vespuccia, no pasaría"; y sin embargo pasó. En adición, este "Esto, en Vespuccia, no pasaría" tiene un incidental "En Vespuccia, esto no se vería" porque es lo que comentamos, más de una vez, en ciertos otros países cuando veíamos la inenarrable mugre y mezcla de agua y aceite, exactamente como ahora vimos en esta fosa donde el mecánico chapoteaba debajo de nuestro vehículo; aquí, en Vespuccia.
Además, ahora tenemos otro problemita con la tapa del diferencial, que apareció en manos de la concesionaria: ya no pierde aceite por la junta pero sí directamente a través del metal, no lejos de, pero no en contacto con, uno de los bulones. No debe de ser más de una fractura o perforación infinitesimal, por lo poquísimo que pierde, pero ahí está; es difícil explicar cómo ocurrió en una pieza de metal por otra parte tan fuerte, pero ahí está. Vamos a ver si podemos sobrevivir con esto, pero no hay duda de que, con toda ironía intencionada, "Esto, en Vespuccia, no pasaría".
♦ Aquí, en el aeropuerto, tuvimos otro ejemplo de insanidad tecnológica.
> Todo empezó con un ruido parejamente ensordecedor; un camión cavernoso, hirsuto de brazos espectacularmente retráctiles y extensibles, provistos de escobas rotativas y de palas sobre rueditas, un camión con, a modo de barriga, una aspiradora gigante, con manguera reforzada flexible de unos 55 centímetros de diámetro y varios metros de longitud; el perfecto chiche para impresionar tecnólogos - más bien tecnólatras, y niños.
> Trataba de limpiar el estacionamiento. Había para limpiar, un poco de polvo de tierra, un poco de granos de arenisca y algunos mechones de pasto creciendo en las juntas del asfalto.