hojas, de tabaco de varias tonalidades de pardo; un mural de unos cuatro metros por dos metros.

Y ahora, hacia nuestra próxima meta, otra visita industrial, una fábrica de muebles en el pueblo de Hickory.

Viajando por autopista, porque no había otra elección; pero no nos quejamos, al contrario: este infierno nos reconfirma la cordura de nunca tomar una autopista salvo cuando inevitable.

Hickory. Obvio, de inmediato, que no llegamos a un pueblo con una fábrica de muebles, sino a un nucleamiento de fábricas de muebles en un pueblo.

En nuestra fábrica, buena acogida por la gerencia, pero mala nueva: fábrica en vacaciones de verano, en combinación con el día de la Independencia vespucciana, el 4 de julio; habría que esperar ... siete días.  ¿Ahora, qué?

Ahá, la casualidad se pone a favor nuestro: descubrimos el aeropuerto municipal de Hickory, como de medida para nuestras necesidades; pequeño, mayormente para escaso tráfico de avionetas de hélices; por lo tanto, silencioso; con una playa de estacionamiento en una explanada bien por encima de la pista, y con una vista turística de sierras en la lejanía, como se la podría tener desde la explanada de un hotel de turismo; además, los baños incluso tienen agua fría y caliente.  Perfecto.  Esperaremos los siete días.

Quizás, incluso podremos descansar de verdad; sin fotografías, sin trabajos obligados, con sólo ocupación opcional para no aburrirnos - aunque, para decir la verdad, en este temperamento no creemos; ya algo surgirá de alguna parte, más probablemente lo haremos surgir nosotros.

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Pasaron los días.

Vaticinio resultó correcto: ocupadísimos todos los días y cada uno de ellos sin un momento del ocio soñado, haciendo lo que, en retrospectiva, eran necesidades básicas: refrescar datos relacionados con los próximos meses de esta Expedición; y comprar ropa de toda clase en reemplazo de la ropa en estado ruinoso todavía utilizada desde los primeros días de esta Expedición, hace casi cinco años atrás; ciertamente ningún lujo, ni lo primero ni lo segundo.

Mañana, visita de la fábrica.

Tiempo para algunas observaciones.