¿Qué clase de exposición es una exposición cerrada al público? ¿Qué clase de público es un público que obliga a tales medidas?
«» Por ejemplo, de una excursión de ornitófilos dedicándose a admirar y escuchar pajaritos, interrumpida, como pudimos escuchar nosotros mismos en el reportaje, por la injustificada intromisión de un patrullero de policía.
Ahora que, después de haber leído el librito de la Universidad en Gainesville, entendemos perfectamente bien las cosas. En el credo de la policía, tal como expuesto en dicho librito, todo aquello que no es lo ordinario es sospechoso; y delincuentes no se parecen a delincuentes, parecen gente común; ergo, cualquiera que no hace exactamente como todas las ovejas humanas es sospechoso a priori, nosotros inclusive. Por lo menos, ahora sabemos que estamos en buena compañía en el club de los sospechosos-a-priori hasta comprobados inocentes.
▪▪▪ También por radio, aprendimos la clave del misterio de los centenares de Mormones - todos jóvenes en los 20/21 años, todos como hechos por el mismo molde, todos vistiendo uniforme de pantalón oscuro e inmaculada camisa blanca, con un inevitable portafolio en la mano, siempre de a dos, nunca uno solo, en los lugares a veces más insólitos - como funcionarios en misión oficial e idéntica en todos los diferentes sitios. Ahora sabemos; es que, efectivamente, son enviados oficiales del Mormonismo, después de haber recibido un profundo entrenamiento, para propagar la fe mormona, atraer nuevos adeptos, lo que, por lo que escuchamos, logran en cantidades enormes; todo ello, como prueba de fuego de sus propias capacidades para volverse, algún día, los altos jerarcas de la organización mormona.
▪▪▪ También en la radio, los informativos aminoran el tedio de las noticias, siempre idénticas, ofreciendo una novela radial como parte de las noticias. Cada día, un nuevo capítulo, con sorpresas y contra-sorpresas a granel, siempre terminando con la certeza de nuevas y mayores sorpresas por reventar, pero con la fascinante incógnita de cuáles. Trátase del escándalo cuya esencia ya escuchamos en Venezuela pero, ahora, en Vespuccia, investigado día a día, detalle por detalle, sobre meses.
La novela en curso se desarrolla en un planeta donde el gobierno de la nación "A" - que se vanagloria de ser la más justa, noble, amante de libertad, respetuosa de la auto-determinación de las demás naciones - un buen día está desenmascarado por un periodista del propio país "A", como vendiendo subrepticiamente, en contra de su propia prohibición legal vigente, armas de guerra a un país "B", acusado, oficialmente por dicho gobierno "A", de gangsterismo nacional e internacional; ello, para conseguir utilidades con las cuales poder comprar armas para vender éstas - en contra de su propia prohibición legal vigente - a mercenarios alistados por dicho propio gobierno "A" contra un pequeño país "C" por la simple razón de que al gobierno justo, >>>>>>>>