Y no nos queda fuerza ni paciencia para tratar de solucionar el siguiente problema de "no estar y estar al mismo tiempo en el mismo lugar", según lo vimos impreso negro sobre ocre pálido, a todo lujo: "Los Florestanos fueron desalojados por los Misisipienses pero siguieron viviendo en el área." ¿Y eso, cómo pudo ser? [En inglés: displaced.] Cuando se nos ocurre, por el tema, que esos genios quisieron decir, y podrían haber dicho muy fácilmente, y sin ambigüedades, que los Florestanos fueron overshadowed, o sea eclipsados, pero siguieron viviendo en la misma zona.
Claro, nos damos cuenta, en muchos países, semejantes barbaridades no podrían ocurrir porque simplemente no tendrían dónde ocurrir porque no existen iniciativas y esfuerzos análogos de educar las masas.
Así fue nuestro contacto con estos Manantiales Burbujeantes, que es lo que Ocmulgee significa, en idioma paraborigen.
Ah sí, creemos haber encontrado una posible razón por qué un erudito - por definición cauteloso de no cubrirse de ridículo - afirmaría públicamente que óvalos son círculos y que el Sol se simboliza con rayos transversales en vez de radiales. Vimos una fotografía de dichos objetos entre otros objetos, una fotografía tomada no del frente sino con una perspectiva desde un costado; y, en la fotografía, la forma oval, para quien no conoce los originales y no hace la compensación mental necesaria, se presenta como un disco; y en la fotografía es menos escandaloso llamar las líneas transversales, rayos de Sol. ¿Será pues acaso que algún erudito - así como el erudito de los Fajas Anchas - habrá dictaminado científicamente en base a una fotografía sin haber jamás visto los objetos? Sólo una hipótesis, pero haciendo lo increíble creíble.
En la ciudad de Macon, tratamos de encontrar un laboratorio fotográfico a nuestro gusto para revelar de una vez las fotografías que se van acumulando, y, de las cuales, algunas ya se van saliendo de la fecha de vencimiento de la emulsión; pero, de los seis laboratorios, ninguno se ajusta a nuestras demandas.
Una dificultad que no nos hubiésemos imaginado sea posible en Vespuccia, ésta, de no poder encontrar desde Miami mismo, entre tantos laboratorios fotográficos que hay, uno que se ajuste a nuestros requerimientos, cuando encontramos fácilmente uno muy bueno en São Paulo y uno, también muy bueno, a pesar de su percance con una película, en Panamá. Parece que Vespuccia no es el paraíso infalible de todos los ensueños técnicos.
Salimos de la ciudad, nos encontramos otro sitio al borde de la carretera, pero metido entre los pinos, y aquí vamos a pasar una noche que esperamos será tan tranquila como la anterior.
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