(españoles naturalmente) naufragados por un huracán, museo de todos los mares >con cien muestras.
…Cuando llueve, y aun cuando no llueve, para quienes desean realmente algo >extraordinario, hay esa rareza totalmente inesperada en Florida, una caverna >(que la publicidad se esmera en destacar que es "subterránea", en esta tierra >de llanuras y bañados).

Todo lo susodicho - sin contar los museos y jardines y monumentos, etc. tradicionales - estrictamente como empresas comerciales. Impresionante es semejante empeño.

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Hoy, teníamos que haber salido tempranito, pero no salimos tempranito. Como tantas veces, ya no pudimos ir demorando más ciertas tareas ya por demás demoradas. ¿Qué, por ejemplo?, tendremos, algún día, nosotros mismos la curiosidad de saber. Por ejemplo, pasar por las manos de la peluquera de la Expedición; por ejemplo, refaccionar las inscripciones Primera Expedición Panamericana Integral a los costados del vehículo. Siempre hay algo para hacer.

Pero ahora, tempranito de tarde, ya que no fue tempranito de madrugada, estamos viajando; esta vez, con total cambio de dirección; ya no hacia el norte sino a través de la península, hacia la costa del Atlántico - otra vez la costa del Atlántico.

El cambio de ambiente es radical; en cierta manera, lógico, y sin duda, bienvenido. No más eternos suburbios de centros comerciales, estacionamientos, casas rodantes, casas prefabricadas, barcos de placer de todas formas y todos tamaños, mansiones de adinerados, sino campos y pastajes, especialmente pastajes y, con cierta frecuencia, cabañas de caballos, todo, sin duda, muy limpio, muy prolijo.

No por estar alejándonos del mar nos estamos alejando de la zona de huracanes. De distancia en distancia, se yerguen altos postes coronados por dos niveles de sirenas; en total, por poste, unas doce sirenas, en todas las direcciones. Felizmente, la época de huracanes está bien lejos de ahora, de agosto a noviembre.

Mucho no viajamos, y no es muy tarde, pero encontramos un lindo - bueno, relativamente lindo, pero lo mejor que se puede esperar - lugar en los campos, lejos de cualquier vivienda, no sólo porque así nos gusta sino también para que los paranoicos anónimos no se sientan bajo amenaza inminente; aquí, vamos a pasar lo que queda de la tarde, y quizás también la noche.

Estábamos escuchando recién la radio como nuestra habitual manera de medir un país. He aquí una medida. Nos enteramos de las últimas modernizaciones en el control de la productividad de empleados y obreros vespuccianos.