hipotéticas, aleatorias, estructuras de madera que, tantas veces, nos sirvieron de puentes precarios, y ahora tener que enfrentar estas trampas de alta tecnología.

… Con intranquilizante frecuencia, se escucha de incidentes, de tensiones, o por lo menos de irritaciones, entre (en orden alfabético) Blancos y Negros - lo último escuchado, la muerte de un Negro a manos de dos policías blancos. Aquí, en Miami, un policía nos dijo sin circunlocuciones que evitáramos los barrios negros.

Muy bien, pero cómo será en las zonas de Vespuccia predominantemente negras, como ser Alabama. ¿No es una paradoja haber vivido en perfecta simbiosis durante nuestra estadía en Haití, y ahora - ah, pero mejor no hablar, porque, según hemos aprendido por las noticias, a más de hechos que posiblemente existen, hay también ciertamente mucha histeria; y en un ambiente histérico, que se diga lo que fuere, siempre habrá alguien para interpretarlo venenosamente.

… En El Salvador, lejos de tranquilizarse la situación - como esperábamos, cuando estábamos en Honduras, que pasaría antes de nuestro regreso - al contrario, ocurrió en estos días la mayor recrudescencia, en años, de ataques de los guerrilleros.

M Mientras tanto.

…  En Haití, según aprendimos con enorme sorpresa, hubo una votación nacional sobre una nueva constitución. ¿Una votación constituyente sin campaña previa - o con campaña subsónica, tal vez telepática, ya que nada escuchamos, vimos, percibimos, en lo más mínimo, de que se preparaba un acto nacional tan importante? Increíble. Qué contraste con la epidémica compulsión de vociferaciones a golpe de cañones decibélicos que sufrimos en Brasil, previa a su votación constituyente.  Misterio.  ¿Habremos escuchado mal?

…  En Ecuador, hubo otro terremoto.

… En Surinam, el diario tuvo que parar su publicación por falta de recursos por la permanencia de la insurgencia. Seguramente, la burocracia surinamesa tampoco mejoró. De Surinam, decididamente, no aprenderemos más de lo que ya sabemos.

\MM/  Así, anotaciones al día.
   ^FIN
Mañana, a lo más tardar pasado mañana, será hacia nuevos horizontes. Pero nuestra demora aquí tiene sus ventajas: cada una de las primeras semanas en Miami nos trajo noticias de atrasadas tormentas de nieve y olas de frío más al norte, por donde nos llevarán nuestros próximos pasos; en Miami mismo, los lugareños tuvieron que defenderse contra frígidas ambituras de 12 grados centígrados, mientras nosotros nos deleitábamos.