oasis, pero tan expuesto como lo demás al frecuente infierno de los chorros. ¡Qué contraste con todos aquellos pequeños aeropuertos íntimos, casi como jardines familia-res! Parece un sueño equivocado, pensar que, hace apenas horas, estábamos sumergidos en la feria haitiana, y ver que, ahora, estamos en el medio de esta telaraña de cemento.
En realidad, todo este día fue una extraordinaria sucesión de tres mundos diferentes: el lujoso mundo del hotel de cabañas a orilla del mar, con una sabia mezcla de naturaleza al natural y comodidad de tecnología recatada para una estadía epicúrea; el mundo a ras de polvo, en todos los sentidos, y sin embargo de gente feliz a su manera, y amistosa, de la feria negra; y este mundo, ahora, de tecnología desalmada en procura de máxima eficiencia, aplastando todo en su afán, aun la propia gente que pretende beneficiar.
Mañana, empezará una nueva etapa de esta Expedición.
Incidentalmente, esta cinta es la número 300. Trescientas horas de grabaciones desde el inicio de la Expedición.
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\MM/ De nada sirve seguir asombrándonos. Asombrarse no cambiará las >>>>>>>estadísticas. Las seis semanas que ya pasamos en Miami; los 1.232 kilómetros que ya recorrimos aquí adentro, sin siquiera una sola vez salir de la ciudad; lo poco que logramos hacer de lo mucho que teníamos para hacer - tanto en la puesta en condiciones, y al día, de muchas cosas cuyo deterioro, y atraso, se habían ido acumulando en momentos y lugares cuando y donde no teníamos otro remedio que aguantarlos; como en la organización logística de lo que queda de esta Expedición - bastante todavía - en la misma forma en que habíamos hecho para todo lo que ya pasó de la Expedición, antes de empezarla, pero que no habíamos hecho para lo que ahora queda, por encontrarse ello, entonces, demasiado en el futuro.
Sólo queda aceptar las cosas como son, anotarlas, y tornarse hacia nuevos horizontes, que prometen ser interesantes, aun después de todo lo ya visto.
►▪ Primordial necesidad fue, o hubiese sido, retornar el coche a su perfecto estado, sin lo cual no se puede tomar los riesgos calculados como los tomamos tantas veces hasta ahora - o sea, cambiar los dos elásticos rotos; solucionar la filtración de aceite en una bujía con la consiguiente inutilización de uno de los ocho cilindros; solucionar la filtración de agua de origen desconocido porque aparece a lo largo del parabrisas pero encima de éste; solucionar manchones de herrumbre interna que van perforando varios lugares de la carrocería; y, naturalmente, mandar afinar el motor, con una revisación >>>>>>>>