Los propios estudiosos del vodún se quejan de tanta escabrosidad en su tema dilecto.

El cuadro se pone todavía más complejo si se reitera que no hay un rito vodunense único sino tres ritos: el Radas, el Pétro y el Congo, siendo el primero el principal.

Son notables también otras complejidades del vodún haitiano.

*║* El vodún no se conforma con plegarias y música; también requiere la ejecución de dibujos - los mencionados efímeros vêvers - y danzas.

*║* El vodún no se conforma con sacrificios simbólicos de algún cordero que nunca nadie ve, sino que requiere, a la usanza antigua, sacrificios reales; pero no por sed a sangre, ya que - a más de chanchitos (negros), chanchitas en ciertos casos, palomas (blancas), gallos (grises, blancos, negros, rojos, según los casos), gallinas (blancas, moteadas), cabritos - también se sacrifica aceite de oliva, café, maíz tostado, maíz molido, dulces, pistachos, arroz, bananas, verduras, huevos, licores, aguardiente; y ya que la occisión no es de una fuente de materia prima sino de un ser previamente homenajeado con abluciones, adornos, perfumes, comida y bebida.

Nos preguntamos qué relación puede haber entre esto y el respetuoso trato por los Iroqueses de sus víctimas humanas.

Incidentalmente, es de preguntarse por qué el sacrificio de animales con propósitos espirituales en una sociedad suscita repugnancia en otra sociedad donde, sin embargo, se sacrifica millones de animales cada día con propósitos culinarios y de pura vanidosa ostentación.

Y decimos que sólo aquellos que no comen carne y no se visten de cuero y pieles, y no cazan y no pescan, tienen derecho a escandalizarse; aquellos que se nutren y visten, y a veces vanidosamente se adornan, de millones de animales sacrificados cada día en mataderos después de haber sufrido una vida de miseria en jaulas donde no se podían dar vuelta, o en corrales con pasta de estiércol hasta las rodillas, según vimos con ojos propios en Vespuccia, aquellos que se divierten con infligir muertes, muertes sádicamente inciertas, a sus presas, y con infligir dolor y muerte lenta a criaturas indefensas colgándolas de un gancho en la boca y luego dejándolas ahogarse lenta- y penosamente, jadeo por jadeo, en aire, tienen derecho sólo a callarse la boca.

*║* El vodún no se conforma con comuniones simbólicas, sino que requiere consumo ritual y comunal de muchos de los elementos ofrecidos en sacrificio.

Y escuchamos que, cuando los participantes en una ceremonia de vodún no logran consumir todo lo sacrificado, los restos van a parar en venta en puestos callejeros.