► Colón regresa a la Isabela, gravemente enfermo. Le visita el cacique Guacanagarí y le ofrece su alianza contra los caciques Caonabo, Guarionex y Guatiguaná, que comienzan a sublevarse.
► Febrero 1495. Como consecuencia de las intrigas/quejas del padre Boil en España, Colón recibe una carta de los reyes, del 16 de agosto de 1494 [¡explícita ilustración de la agilidad de comunicaciones en aquellas circunstancias!] "invitándole" a pasar a la Corte.
► Para contrarrestar las intrigas/quejas de Boil, Colón manda a su hermano Diego.
► Como consecuencia de las sublevaciones de los naturales, ocurre la primera gran batalla, de la Vega Real. Y Colón manda erigir tres fortines más; uno de ellos, en el sur de la isla.
► Octubre 1495. Su hermano Diego regresa de la Corte, pero con él llega un Veedor Regio con el real encargo de informar acerca de la Colonia.
► Mayo 1496. En vista de la actitud hostil del Veedor, Cristóbal Colón encarga el gobierno a sus dos hermanos, Bartolomé y Diego, y zarpa hacia España a hablar, él mismo, con la reyna y el rey - llevando consigo al cacique Caonabo cautivo; que muere en la travesía.
► Los soberanos le reciben muy bien; y dan órdenes para un tercer viaje.
► Pero el obispo Fonseca, que era poco afecto a Colón [¿por qué había tanta gente que le era tan poco afecta?] logró retardar el cumplimiento de la orden, de julio de 1496 hasta el ... 30 de mayo de 1498; ... casi dos años.
► Y mientras tanto, la Isabela decae por discordias entre los hermanos Bartolomé y Diego, y consecuentemente, por falta de gobierno, por hambre, por muertes.
► Bartolomé Colón, incluso, se aleja, y funda, en la costa sur de la isla, la Nueva Isabela, Santo Domingo.
Y así fueron los primeros pasos, los primeros cuatro años.
SD Visitamos el Museo García Arévalo, el secreto mejor guardado de Santo Domingo porque su dirección no figura en parte alguna, ni en la guía telefónica, y tuvimos que inquirir con, por lo menos, una docena de personas en las instituciones visitadas con anterioridad para obtener su ubicación aproximada que, luego, hubo que afinar en el terreno, en el lugar menos probable para un museo. Es un inevitable paralelo con aquel museo de arqueología en el sótano de la estación de nafta en el Perú: es de propiedad particular, se encuentra en una fábrica de bebida gaseosa, y es hermoso. Es un museo del arte prehispánico de esta Española.