éste sirva, y a nosotros nos parece que de mucho no sirve porque, si bien el >>humo que entra directamente del cigarrillo a la boca del infeliz drogadicto >>será filtrado, por lo que el filtrado valga, el humo de la punta encendida >>del cigarrillo, que él respira y que, para peor, todos los demás alrededor >>de él respiran, no será filtrado.
Luego, viene el empaquetado, todo automático, igual al proceso ya visto en otras industrias.
El instante de abrir y traspasar la puerta llevando de la sección cigarros a la sección cigarrillos, a más de presentarnos con el fascinante cambio de producción ancestral a producción robótica, también resultó ser un fascinante cambio de olor; dos planetas diferentes; después del olor apaciguante y hasta elegante del tabaco natural de los cigarros, las emanaciones químicas de los cigarrillos invadiendo las vías respiratorias, impregnándolas cada vez más, a punto de entorpecer la respiración.
♦♦♦ También aprendimos algo de la botánica del tabaco.
Su cultivo empieza en almácigos, con posterior transplante a los campos. La planta puede alcanzar dos metros de altura, pero esto nunca lo vimos en los tabacales. Si se corta, rebrota. Su cultivo tiene más de jardinería que de agricultura. Las hojas cosechadas requieren un secado de 30 a 40 días. Contienen gran proporción de sales inorgánicas y alcaloides. Las semillas contienen aceite apto para la fabricación de pinturas y barnices.
Nos parece graciosa e incongrua la recomendación de mantener los tabacales siempre libres de malas yerbas; nos preguntamos cómo se puede lograrlo y dejar al mismo tiempo el tabaco.
Mientras nuestro mentor nos hablaba de superficies plantadas, nos parecía que se tragaba la primera sílaba de hectáreas, diciendo sólo táreas; pero, eventualmente, nos enteramos de que no cortaba (hec)táreas sino que bien hablaba de táreas, una antigua medida española todavía en uso, siendo una tárea una superficie de 10 barras por 10 barras. Bien, pero ¿qué es una barra? Equivale a 2,54 metros. Cuando se estableció el sistema métrico, se vio que hace falta 15,5 táreas para las 100 áreas de una hectárea.
Vamos a pernoctar en el pequeño, limpio, silencioso, aeródromo local.
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Esta mañana, regresando hacia Santo Domingo. Pero nos detuvimos en un agradable lugar tranquilo, una valiosa excepción por aquí, donde pasaremos la tarde - trabajando - y la noche.