Quizás sea con muy buena razón que, recientemente, fue construido en el centro de la ciudad un grupo de rascanubes modernos, bastante atractivo, hay que reconocer, que se dio en llamar, esperanzadamente, Renaissance, Renacimiento.

En otros tiempos, todo ello estaba compensado por la atracción de la grandiosa industria automotriz; pero hoy, ni eso existe en Detroit. Desde hace años, la producción de automotores ha sufrido tanto que las fábricas trabajan a medio tiempo, o no trabajan. Vimos muchas chimeneas sin humo. Solamente el complejo industrial de la Ford echaba humo por todos los lados, si bien también a media capacidad, por lo que nos enteramos. Así es que pasamos en Detroit - la afamada capital del automotor - cerca de las fábricas de Cadillac, de Chrysler, de Ford, de Chevrolet, y no pudimos ver la razón de ser de esta ciudad; no pudimos visitar ninguna de las fábricas.

Una primicia poco envidiable de Detroit es que, en 1966, fue el sitio de lo que fue a punto de volverse la primera catástrofe nuclear no bélica, cuando la planta nuclear Fermi I se descontroló y se fundió; durante siete meses, según se dice, hubo peligro que explotara, y destruyera Detroit.

Considerando qué tipo de ciudad nos parece ser Detroit, no tenemos ninguna gana de pasar la noche aquí; así que vamos a seguir viaje en seguidita.

Llegamos más allá de la ciudad de Ann Arbor; a un parque que aquí llaman de esparcimiento. Pasaremos aquí esta noche; y mañana y pasado mañana - que son sábado y domingo - porque nuestra próxima visita va a ser una fábrica en el pueblo de Battle Creek y no tenemos otro remedio que esperar hasta el lunes.

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Pasó el fin de semana, que nos vio increíblemente atareados, como siempre. Esta Expedición es una empresa mucho más tupida e interesante, atareada y cansadora, de lo que nos imaginábamos.

Durante estos dos días, vimos dos cosas nuevas para nosotros: pescadores transglaciares - o sea pescadores que se ubican en el medio de un lago helado, allí perforan un agujero en el hielo, y tratan de pescar; también, un vuelo de pájaros bastante grandes que nos parecieron ser ganzos salvajes.

En cuanto a los pescadores, una cosa es ver un pescador común sentado en la orilla de alguna agua abierta o en un barquito, y otra cosa bien distinta es ver un pescador transglaciar. Es increíble la coreografía que crean estos pescadores transglaciares. Hay que verlos - inclinarse hacia el agujero, agacharse cerca del agujero, arrodillarse cerca del agujero, acercar su cara >>>>>>>>