… En uno de los canales, a veces, moscas en primer plano, incluso en los micrófonos - no al aire libre, sino en interiores.
* Billetes de banco dominicanos. Otro caso de un peso de oro de opereta, sin oro. Otro caso de billetes impresos en el extranjero. (¡Qué interesante es, del punto de vista del impresor, haberse erigido en proveedor de billetes de banco de tantos países!) Visualmente, perfectamente rutinarios.
* Monedas. Algunas especifican un cierto peso, por ejemplo: 12,5 gramos, 2,5 gramos. ¿Gramos de qué será?
* Pesos. Por aquí, van en libras, no en kilogramos, que sea mantequilla o personas. Un flaco nos dijo que pesaba 150; no podía ser kilogramos, eran libras.
* Líquidos. Leche se vende en la medida medieval de 946 mililitros - medida llamada cuartillo, que suena sospechosamente similar al quart (de galón) vespucciano - en vez de ser vendida en la medida moderna y racional de 1.000 mililitros, o sea un litro.
Hablando de galones, así se vende la nafta.
* En la controversia universal entre la coma decimal y el punto decimal, Quisqueya se incorporó al bando del punto.
* Por aquí, los deportes no tienen aficionados, todos éstos son fanáticos, otra influencia vespucciana.
* Una ambitura de 28 grados nos parece razonable, pero, para un perfecto cocimiento, un horno a 350 grados nos parece arriesgado; es que los Quisqueyanos se volvieron expertos en grados tanto centígrados para el ambiente como Fahrenheit para el arte culinario.
* Escuchamos que cierta empresa tiene un gran estaf, y escuchamos que alguien iba a subir al rufo.
* El castellano mismo tiene sus metamorfosis. Aquí, no es aniversario sino aniversaria, no es yema de huevo sino yemo; como en otras partes, escuchamos carretero en vez de carretera, lapicero en vez de lapicera; y la pura verdad es que no hay razón en este mundo que sea de una manera más que de la otra; las dos son absurdas. Una absurdidad que el idioma inglés, con todas sus absurdidades, es el único entre los idiomas que conocemos, en no tener.
* Nos enteramos por televisión, porque nosotros personalmente nunca nos hubiésemos dado cuenta, de que una ola de frío está azotando la isla; la ambitura ya bajó a 22 grados - centígrados, hay que aclarar - y se teme que podría bajar a los 18 grados. Qué barbaridad.
* Correo. Nada mandamos; pero tenemos información fidedigna por televisión. Un concurso semanal, al cual hay que responder por carta, sortea no durante el >>>>>>>>