Detrás de un estímulo momentáneo de bienestar y actividad económica, vino la trampa:
1) subieron los precios;
2) cayó el salario real;
3) se volvieron imposibles las exportaciones;
4) las industrias declinaron;
5) el marasmo de la industria se propagó a la agricultura.
Al mismo tiempo, la supuesta inagotabilidad del oro inducía al gobierno a imprudencias perennemente al borde de la quiebra. Al mismo tiempo, esta situación interna repelía, y América atraía irresistiblemente, a muchos hombres jóvenes audaces, emprendedores, precisamente aquellos que España más necesitaba.
Empobrecimiento económico, empobrecimiento de talento. Así, el oro americano y América le dieron a España, después de años de "enriquecimiento", siglos de decadencia. Curiosa- e irónicamente, en aquel entonces, las autoridades, si bien veían el fenómeno, no se lo podían explicar; no se sabía que cuanto más dinero disponible tanto más suben los precios, el fenómeno bien conocido, hoy, de la inflación.
XVI. Es cierto: el motivo de los primeros Anglo-Sajones no era de innovación. Los "pelegrinos" querían conservar su religión; los aristócratas, su estilo de vida hacendada; los capitalistas, sus capitales; la gente común, su libertad personal.
XVII. ¿Y los esclavos?
Se calcula que fueron 12 millones (hay que imaginarse 12.000.000), o más, los Africanos (Africanos negros, hay que aclarar, porque no todos los Africanos son negros) que fueron arrancados de sus tierras y de sus familias, y mandados en esclavitud a América. Y se calcula que de éstos, unos 2 millones (¡2.000.000!), o más, ni alcanzaron a llegar a su esclavitud por haber muerto y haber sido tirados a los tiburones durante la travesía ...
¿Cómo sería América hoy si no hubiese recibido el aporte de los esclavos - económico, cultural y étnico?
XVIII. ¿Cómo sería América hoy si no hubiese sido invadida por los Europeos, si hubiese seguido evolucionando a su manera autóctona? En dos versiones.
Versión I : si hubiese quedado aislada hasta hoy mismo.
Versión II: si hubiese, eventualmente, establecido contactos con el mundo >>>>>>>> exterior, pero a su manera.
XIX. Nos preguntamos qué cara pondría, o qué lección aprendería, la raza alba - o cualquier imperialista de cualquier color - si, algún día, apareciesen carabelas interstelares desde lo hondo del universo, con la misma prepotencia tecnológica invalidante por encima de los más poderosos y astutos medios de >>>>>>>>