acaso, porque ya sabían algo secretamente de esa zona desde antes de que les fuera vedada - un buen día, exigieron un nuevo tratado con Castilla-Aragón cambiando la línea demarcatoria de las 100 leguas a la distancia bien específica - no más, para no antagonizar demasiado a los Castellanos, pero ciertamente no menos - de 370 leguas al poniente de las islas de Cabo Verde, sin dar razones, claro - pero por razones, por lo dicho, no difíciles de imaginar.
Y así nació el Tratado de Tordesillas, el 7 de junio de 1494, asegurando - como por casualidad, pero probablemente por designio basado en conocimiento de causa por parte de los Portugueses, y por desconocimiento de la realidad geográfica por parte de los Españoles - la joroba noreste de América meridional, o sea el futuro Brasil costero inicial, a los Portugueses, y dando tanto menos a los Españoles.
El curioso epílogo de este drama es que no >>>> se sabe dónde los Castellanos y los Portugueses >>>>>hubiesen marcado la línea en el>terreno porque >>>>>nunca lo hicieron. Se estima que se encontraría >>>>>un poco al oeste del meridiano 48, o sea en la >>>>>vecindad de la desembocadura>del río de las >>>>>Amazonas.
Ah, si el Tratado de Tordesillas se hubiese >>>> cumplido entre las partes, e impuesto a todos >>>>>los demás.
Así fue la mayor extensión de jurisdicción reclamada por España en 1800, tres siglos después de Guanahaní, y justo antes del colapso de su imperio, según sus cuatros virreinatos: La Plata, El Perú, Nueva Granada, y Nueva España; y sus dos capitanías generales: Chile y Venezuela.